viernes, 20 de mayo de 2011

PETRA


22/04/10

Hoy hacemos la visita tradicional a Petra, la que todo turista que se precie realiza nada más cruzar la verja de entrada. La expedición la encabeza como siempre Samir, nuestro guía Jordano. Cada cierto tiempo detiene la marcha del grupo para dar explicaciones sobre tumbas, sobre el siq o sobre todo lo que él considera interesante que sepamos. Parece que tenemos mucha suerte porque no hay masificación turística por culpa de las revueltas árabes. Samir calcula que podemos estar dentro de Petra unas quinientas personas cuando lo normal es que sea visitado por cinco mil personas diarias. Lo más bonito del recorrido es el tránsito por el desfiladero, llamado también siq. Un camino estrecho y de altas paredes que conduce directamente hasta el Tesoro. Excavado en la roca y llamando poderosamente la atención de los visitantes, que se afanan en fotografiarlo desde todos los puntos de vista, se encuentra este monumento de los nabateos que constituye el emblema turístico de Jordania. Y Jordania vive principalmente del turismo, fuente primordial de ingresos de un país que no cuenta con petróleo ni con otra materia prima importante del que beneficiarse comercialmente. El paseo continua hacia el circo, pasando por el cardo máximo y las Tumbras Reales, todo de unas dimensiones considerables. Nosotros también visitamos el Monasterio, que está encaramado en lo alto de una montaña. Para llegar hasta allí, o subes andando como lo hicimos nosotros o alquilas un burro que te sube y te baja por un camino estrecho y empedrado. Una vez visto la considerable pendiente por la que te puedes despeñar, aconsejo mejor subir por tu propio pie que confiar en la habilidad de un burro (como se resbale el bicho no te digo lo que puede suceder). Para recuperar fuerzas y asimilar todo lo que hemos visto nos comemos un shawarma de pollo a la sombra de un chiringito de Petra. Parece que no, pero ya se hacen kilómetros andando todo el día por la ciudad de Petra. No me extraña que para contentar al turista de cierta edad se le ofrezcan todo tipo de transportes, como carros, caballos, camellos y burros. Finalizada la visita, toca cena, ducha y masaje, que mañana hay que madrugar mucho para ser los primeros visitantes en entrar en Petra.

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