martes, 3 de diciembre de 2013

HOMBRES DE LAURENT MAUVIGINIER




Empezaré contado de qué va esta historia. El libro nos narra dos momentos de la vida del protagonista que están entrelazados por el autor de una manera muy hábil. Al principio, el libro toma como marco un  clásico pueblo francés en donde se reúnen los miembros de una extensa familia para celebrar el cumpleaños de una de sus hermanas. En esas circunstancias, aparece Bernard, alias Fuego de Leña, nuestro protagonista, que vestido tal como un mendigo regala a su hermana una joya de gran valor. Todo el mundo queda sorprendido y empieza a hablar mal de Bernard porque no saben dónde ha podido sacar el dinero para comprar ese valioso regalo de cumpleaños. Bernard se mosquea con su familia y sale de la fiesta muy enfadado, sobre todo tras haber discutido con un inmigrante argelino afincado desde hace muchos años en el pueblo que se encontraba también en la fiesta de cumpleaños. La siguiente secuencia de la narración se desarrolla en la casa del inmigrante, en donde Bernard entra violentamente para asustar a su familia. Nada parece justificar su actitud, por esa razón, las autoridades del pueblo quieren denunciar a Bernard, que ya de por sí tiene poca consideración entre sus convecinos debido a sus continuas borracheras y falta de higiene. Es en ese momento cuando aparece la figura de Rabut, el primo de Bernard, que las autoridades del pueblo quieren involucrar para proceder con la denuncia. No obstante, el primo guarda muchas dudas al respecto, porque a él también le tocó vivir la guerra de Argelia y junto con Bernard tuvieron que sufrir muchos momentos traumáticos que sólo ellos saben valorar. Es entonces cuando el autor del libro nos sitúa en la guerra de Argelia. El libro nos cuenta la rutina cuartelaria en donde la desidia está instalada en cada acción que se narra.

"A Rabut le gusta mucho empinar el codo en el hogar del soldado, mientras que dicen que el otro, el primo, no, el primo es más bien un meapilas, una cerveza de tarde en tarde, eso es todo, y también jugar a las cartas, y quizá fumar con los compañeros, y reírse, pero nada hablador, taciturno, un poco melancólico, también inquieto, y casi siempre con el misal en las manos y oraciones en la boca, eso es lo que saben de él. Lo que creen saber y nada más".

No obstante, el miedo a morir en manos de la guerrilla argelina que permanece emboscada todo el tiempo, es lo que marca todos sus actos. Y es entonces cuando el libro nos narra todo tipo de crueldades que son el pan de cada día en todas las guerras.

"Los soldados invaden el pueblo, corren y gritan, gritan para darse valor, para dar miedo, como estertores, como hálitos, las ancianas dejan las cestas que están trenzando, miran a los jóvenes y se asombran de que con armas en la mano parezcan ellos los que tienen miedo".

Hay torturas, vejaciones y carnicerías que buscan sembrar el odio del contrario y minar su moral.

"Mira a la gente con atención. No sabe exactamente por qué la mira así, toda esa pobreza, nunca ha visto nada igual, pero se siente muy cansado y por ello mismo sobrepasado, ¿qué hacemos aquí?, se da cuenta de que es ridículo, no tiene ningún sentido estar aquí, entrar por la fuerza en las casas, dejar que sus rostros se crucen con quienes introducen el miedo en ellos, su silencio, su seriedad, los ojos brillantes, ¿es fiebre?, ¿es cólera?. No se sabe. No se sabe por qué, pero se sabe que tienen miedo".

No es de extrañar, que como en toda guerra, la suerte sea un factor determinante que marca la frontera entre la supervivencias o morir degollado a manos de tus enemigos. Después de conocer esta parte de la narración en donde Bernard sufre como todos los hombres el trauma de la guerra, el lector comienza a conocer más profundamente al protagonista del libro, y de alguna manera, comprende y justifica sus futuras acciones y esa manera de vivir de Bernard, aislado en su apartada casa refugiándose en el alcohol.

"¿Quiénes son los hombres que pueden hacer una cosa así? No son hombres quienes hacen esas cosas. Y sin embargo. Hombres".

Y no es que el libro trate de justificar nada de forma gratuita, son los hechos los que explican que todos somos humanos y que las personas convivimos con nuestros traumas, y que éstos forjan a hierro y fuego la forma de ser de cada uno de nosotros, como a los protagonistas de este "Hombres" de Laurent Mauvignier.

"Pero allí es otra cosa. No está solo por estar solo, están solos todos juntos".

"Se pregunta por qué la joven está interesada por él, que no conoce nada. Él quisiera aprender, pero para eso haría falta reconocer que no sabe nada y a eso no está dispuesto".

lunes, 2 de diciembre de 2013

LA VELOCIDAD DE LOS JARDINES DE ELOY TIZÓN



Los relatos que se recogen en este libro cuentan con una peculiaridad que los engarza como si fueran las cuentas de un collar: su tono poético cuajado de metáforas que nos invitan a descubrir un mundo diferente, una visión del mundo tan personal que normalmente no destaca para el común de los mortales. Sólo ciertas mentes geniales o disparatadas se atreven a vivir a tiempo parcial en su mundo huyendo de la triste realidad que los oprime.

"La portezuela del taxi gime lastimosamente sobre mis nervios. Los pasos de cebra se deslizan a gran velocidad bajo los neumáticos, y la pupila irritada de los semáforos pestañea su luz roja, luz ámbar, luz verde".

No resaltaría ningún relato por encima de otro. Cada lector tiene sus gustos y seguro que hasta al propio escritor le costaría decantarse por uno de sus relatos. Me quedo más con esa visión global que no desprecia los detalles. Porque sí, en este libro uno puede encontrar múltiples tesoros que abarcan en algunos casos una simple línea de texto, o incluso, un sola palabra que contiene toda la sabiduría y que el escritor ha elegido entre tantas posibilidades.

"Elba parece ir leyendo en el cristal las páginas del paisaje".

Y es que al fin y al cabo, el oficio de escribir es una labor de selección, de cribar el grano de la paja para resaltar esos matices que pasan desapercibidos para la mayoría de las personas. El producto de esa criba realizada con tanta maestría por Eloy Tizón es el conjunto de relatos de lectura obligada que forman "La velocidad de los jardines".

"La luna entraba poniendo una película de talco en el pasillo y guantes blancos sobre mis dedos".

lunes, 25 de noviembre de 2013

EN LA ORILLA DE RAFAEL CHIRBES



RafaelChirbes está considerado por la crítica como uno de los grandes escritores realistas españoles. No sé si es el Antonio López de las letras, pero creo que entre los dos artistas hay muchas semejanzas, como por ejemplo esa mirada tan personal que profundiza en la médula de las ideas, y por supuesto, esa facilidad para plasmar en arte su esencia. Sus últimos libros ahondan en temas tan actuales como la crisis económica, la especulación inmobiliaria y el auge de una nueva clase social de trepas sin escrúpulos. Todo esto, bien mezcladito, forma el argumento de "En la orilla". El autor pone el dedo en la llaga con cada pincelada que traza sobre el papel. No hay frase que cuelgue inerte en el vacío. No se agrupan las palabras buscando sólo una pose para el recuerdo. Y, por supuesto, sí se asocian para formar un sonido envolvente y opresivo, además de crear una atmósfera que huele a fango y a sucia agua estancada que esconde armas, cadáveres y muchas miserias arrojadas valiéndose del cobarde anonimato. En definitiva, el escritor ha creado un paisaje muy apropiado para la temática del libro. Un paisaje ambiguo que puede resumirse en la siguiente frase del libro:

"La heroica historia de Judith, la criminal historia de Judith, o la triste historia de Judith, como prefieras. Es la ideología la que pone los adjetivos".

Y también un mundo en donde priman las apariencias y en el que las cualidades humanas se rigen solamente por el interés:

"Uno no es exactamente lo que come, como dicen los clásicos, y como yo mismo he dado por supuesto, sino que uno es, sobre todo, dónde come, y con quién come, y cómo nombra con propiedad lo que come, y el acierto con que elige en la carta lo más correcto y lo hace ante testigos, y uno es, muy especialmente el que luego cuenta lo que come y con quién. Si sabes eso de alguien, sabes quién es el pájaro. A qué altura vuela. Si merece la pena perder un cuarto de hora con él, pagarle copa y hasta intentar citarte para cenar otro día, establecer una relación".

En fin, que Rafael Chirbes ha conseguido retratar un mundo en donde sus personajes, léase toda la sociedad actual, ha abandonado los principios básicos que regían su vida de forma natural para decantarse por ese submundo en donde la economía mercantilista influye sobre cada minuto que vivimos y sobre cada paso que andamos.

Si los grandes triunfadores de este libro son esa minoría de gentuza especuladora que no duda en timar para conseguir sus fines, los perdedores son la mayoría de los protagonistas de este crudo relato, que sufren en sus propias carnes "los daños colaterales" provocados por las acciones de estos personajes sin escrúpulos. 


Si por lo menos, gracias a este libro tomásemos nota y actuáramos en consecuencia...

sábado, 9 de noviembre de 2013

EL TERCER POLICÍA DE FLANN O'BRIEN



Tras leer con la sonrisa en la boca "La boca pobre" , valga la redundancia, seleccioné al azar este libro del mismo autor pensando que explotaría la misma vena cómica. Pero no; "El tercer policía" tiene pasajes de cierta comicidad con otros muchos más numerosos que destacan sobre todo por su componente surrealista. Contribuye a esta circunstancia la narración de las experiencias que vive el protagonista del libro en ese infierno tan peculiar al que viaja, junto con las excéntricas teorías del profesor De Selby, como esa en donde argumenta a su manera sobre porqué tiene el mundo forma de salchicha y que son estudio del narrador del libro, o como ésta referente al infierno que cito a continuación:


"El infierno da vueltas y más vueltas. Su forma es circular y su naturaleza interminable, repetitiva y muy próxima a lo insoportable".

Es ese infierno al que bajan en ascensor el protagonista del libro de Flann O'Brien, junto con el sargento de policía, y en el que el protagonista puede pedir todo lo que desee ya que será concedido. Eso sí, hay una pega: es necesario pesar lo mismo tanto en la bajada como en la subida. Por lo tanto, después de que le han puesto el caramelo en la boca tiene que sacrificarse y renunciar a todas sus listas de deseos.

De este libro destaco por encima de todo, su desbordante ingenio que es capaz de crear un mundo lleno de fantasía, en donde por ejemplo, la bicicleta es una prolongación del cuerpo humano, y en donde el lector viaja por diferentes dimensiones dentro de la ficción narrativa como si se tratara de un cuento similar a Alicia en el país de las maravillas. Y esa maestría literaria, ese capacidad para plasmar una idea sacando una brillante reflexión queda resumida en frases tan ingeniosas como éstas:

"Creo que vamos a salir a echar un vistazo, es muy importante hacer lo que es necesario antes de que se convierta en esencial e inevitable".

"Es curioso que cuando uno espera algo horrible, incalculable y devastador, y ese algo no se materializa, uno se siente más decepcionado que aliviado".

Acabo. El libro tiene una estructura circular, similar a ese infierno que describe De Selby que da vueltas y más vueltas, y acaba como empezó: nuestro protagonista regresa al mundo de los vivos, vuelve a su antigua casa donde espera encontrar a su compinche en el asesinato, y éste, que ya ha envejecido por el paso de los años, se da un susto de muerte al reencontrarse con su joven víctima que sigue igual de aspecto y a quien la muerte le ha sentado muy bien.

miércoles, 30 de octubre de 2013

AMUNDSEN-SCOTT: DUELO EN LA ANTÁRTIDA DE JAVIER CACHO



Javier Cacho es el autor de este libro. Coincidí con él en el viaje que hicimos en agosto por Groenlandia. Javier es una gran persona, siempre dispuesto a colaborar en las labores comunes del grupo, y un buen compañero que aportaba un extra entreteniéndonos muchas noches con sus charlas sobre los grandes exploradores polares. Javier además ha sido durante una larga temporada el director científico de la base española en la antártida y por lo tanto un experto en temas polares y un entusiasta de las grandes gestas que se vivieron en esas latitudes.

Según leía este libro iba recordando esas charlas tan amenas y que con tanta pasión nos ofrecía nuestro compañero de viaje. Javier se metía en el papel de tal manera, que a ojos de sus oyentes parecía transformarse en esos grandes aventureros, como Amundsen, Scott o Shackleton, protagonistas de las grandes exploraciones polares. Ese apasionamiento se transmite en su libro y es una virtud que carece el otro libro que estoy leyendo de la misma temática, que se titula "Atrapados en el hielo" de Caroline Alexander. Este libro está basado en la aventura que tuvo que vivir Sackleton cuando su barco quedó atrapado en el hielo en su frustrada expedición transantártica. Cuando un libro como el que ha escrito Caroline Alexander, destaca más por sus fotos que por la narración de los hechos que tuvieron lugar...
También hay que comentar sobre "Atrapados en el hielo", que a pesar de esa frialdad a la hora de narrar, que parece una mera sucesión de hechos basado en los diarios de varios de sus protagonistas, la aventura de por sí ya resulta atrayente y me recuerda continuamente al típico guión de una película de aventuras al estilo de hollywood.
Volviendo al libro de Javier Cacho, entresaco una idea del autor que aparece en el libro y que hace referencia al duelo o competición entre los dos aspirantes por ser el primero en llegar al polo sur. Es una reflexión de Javier en torno a la histórica foto que Scott y su equipo se hicieron cuando consiguieron llegar al polo sur. Una instantánea en donde aparecen los protagonistas con cara de circunstancias y una tristeza imposible de disimular tras conocer que se les había adelantado el equipo de Amundsen.




Durante casi un año Scott había tratado de no considerar aquello como una competición y así lo había dejado por escrito en varias ocasiones: "Aún en el caso de que AMUNDSEN llegase al polo antes que yo, mi expedición no dejaría de ser considerada como una de las más importantes realizadas en las regiones polares". "cualquier tentativa de lanzarme a una carrera de competición con AMUNDSEN pondría en peligro mi propio proyecto. A fin de cuentas no he venido al Sur para eso".
Sin embargo, toda su racionalidad y la de sus hombres se vino abajo cuando comprendieron que AMUNDSEN se les había adelantado. El espíritu competitivo del ser humano, gracias al cuál es posible que hayamos llegado hasta donde estamos en la larga marcha de la evolución, parece estar más arraigado en los genes que el hecho racional de entender que esfuerzos similares deberían llevar emparejadas recompensas similares, sin importar demasiado quién haya llegado ligeramente antes. Pero así es la humanidad, y de ahí el rostro de pesar de SCOTT y de todos sus compañeros.




No puedo estar más de acuerdo con la opinión del autor sobre lo referente a las contradicciones del ser humano, y nunca ha sido más cierta esa frase de que una imagen vale más que mil palabras.

miércoles, 23 de octubre de 2013

EL PLANTADOR DE TABACO DE JOHN BARTH



El plantador de tabaco es un libro río. John Barth ha escrito un libro en donde la corriente de palabras fluye mansamente por un cauce que se ramifica en múltiples historias entrelazadas en el tiempo, y que por medio del peculiar estilo del autor, forma con sus digresiones un sinfín de meandros sobre el terreno literario. Vamos, que para unos esta novela es un coñazo de más de 1200 páginas que no acaba nunca, y para otros es una obra maestra que no ha contado con la repercusión mediática que se merecía. Voy a ir de conciliador en esta reseña. Y si he de mediar, tendré que contar las verdades de cada alternativa.
Del plantador de tabaco hay que decir que es un libro que pesa. Y pesa en todos los sentidos. Un "tocho" que desanima a todo aquel que no sea entusiasta de las causas perdidas. No quiero decir con esto que sea una obra de baja literatura, todo lo contrario, pero sí que es un libro para iniciados, sólo apto para bregadores de las letras o lectores voraces. A la inmensa mayoría le asustará este libro nada más que se tope con las numerosas páginas que a base de digresiones relatan la historia de la colonia de Maryland.
Por otra parte, que una editorial de la calidad de sexto piso haya decidido volver a editar este libro, hace pensar que esta obra no merece permanecer olvidada en "el limbo de los justos". Una apuesta arriesgada como esta no la toman las grandes editoriales, para eso están las pequeñas como la que nos atañe, que van buscando esos tesoros escondidos que por una razón u otra las "grandes" no se preocupan de editar. Cada una busca su cuota de mercado, es lógico.
La erudición del autor es incuestionable. Aquel que es capaz de pergeñar una historia tan extensa y tan bien armada, y condersarla en frases como esta que entresaco del texto, merece posicionarse en primera línea de la categoría de escritores:

"La historia la escriben los apretones de manos que se dan en secreto, más que las batallas, las leyes y las proclamas".

Es difícil que una frase sea capaz de resumir todo lo que quiere expresar un libro, sobre todo cuando la subjetividad influye de tal manera en cada lector, pero me voy a atrever a destacar la siguiente que tiene que ver mucho con la ingenuidad, tema muy presente en este libro:

"-Temo el licor como temo a las fiebres, a las drogas y a los sueños, que modifican la perspectiva humana. El hombre debe ver el mundo como es, para bien o para mal.-Es ése un don que aún no te ha sido concedido, amigo mío. ¿Por qué esperar alcanzarlo esta noche?"

Es esta la ingenuidad que el protagonista del libro enarbola como bandera y que acabará perdiendo de la manera más pura por medio de un sacrificio que recuerda en cierta manera a un martirio de consecuencias evidentes. A medida que iba leyendo este libro, la ingenuidad de Ebenezer Cooke, protagonista de este libro, la iba asociando continuamente con la de otro gran ingenuo de la literatura: el caballero Don Quijote de la Mancha. Y aunque Ebenezer no ejerce de caballero andante "desfaciendo entuertos" como Don Quijote, su figura alta y desgarbada, junto con su capacidad de meterse en líos inesperados provocaba en mí esa ingenua asociación.

miércoles, 16 de octubre de 2013

CÓMO DESPLAZARSE POR GROENLANDIA



Groenlandia es un gran bloque de hielo, incluso en verano. El 90% de la isla forma lo que se denomina el inlandis, una masa de hielo de 1800 kilómetros de longitud que se extiende por toda la parte central de la isla y que llega casi hasta la línea de costa. Y, por supuesto, el inlandis está deshabitado. 


Debido a esta circunstancia, la mejor manera para desplazarse por el sur de Groenlandia es navegando en barco por los numerosos fiordos que forman su geografía. Es en esta zona en donde se concentra la escasa población de Groenlandia. Por otra parte, no hay carreteras en este país y los pocos vehículos matriculados circulan por las escasas pistas habilitadas o bien por los pocos kilómetros de calles asfaltadas de los cuatro pueblos más populosos de Groenlandia. No me extraña que la gente se sienta tan aislada en esta región del ártico. Y no me extraña que se den tanto a la bebida y que el índice de suicidio juvenil sea uno de los más altos del mundo. Sí, la vida en Groenlandia es muy dura. Lo curioso, es que cuando llega el invierno muchos desplazamientos en este país se hacen en moto de nieve. Los fiordos también se hielan, y a pesar del aparente contrasentido, las comunicaciones se agilizan ya que no hay tanto rodeo para llegar a los destinos habituales. En verano, como ya he dicho antes, los desplazamientos es necesario hacerlos en barco. Resulta muy atractiva la navegación por los fiordos y muy curiosa la pericia de los capitanes, que sirviéndose del radar van esquivando los numerosos icebergs que se encuentran en la travesía. Y es en este punto donde debo comentar, que todo aquel que decida viajar por su cuenta por Groenlandia se va a encontrar con un grave problema: no hay barcos de transporte público ni lineas regulares que ofrezcan la posibilidad de viajar por tu cuenta. Si no se cuenta con limitación de tiempo, no te queda más remedio que armarte de paciencia hasta lograr convencer a un patrón para que te deje subir en su barco. Esto te puede llevar varios días de parada en pequeños pueblos que no cuentan con mucha vida, ni tampoco gran atractivo para el viajero. Nosotros conocimos en este viaje a una pareja española que desesperados por la pérdida de tiempo y el aburrimiento, decidieron al final contratar un viaje en kayak para poder salir de su aislamiento. Aunque no habían practicado en su vida este medio tradicional de transporte de los inuit, que para el mortal de los turistas resulta toda una experiencia aventurera, no se lo pensaron dos veces, ya que desgraciadamente para ellos hasta ese momento lo único que habían visto de Groenlandia era el aeropuerto de Narsarsuaq y su modesto albergue.

lunes, 7 de octubre de 2013

EL ALOJAMIENTO EN GROENLANDIA



La siguiente pregunta que más me hacen sobre Groenlandia se refiere al tema del alojamiento. Mi experiencia personal me indica que pocos hoteles encontraréis en este país del ártico. Durante todo el viaje nosotros sólo vimos un hotel de cierta elegancia y comodidad en Narsarsuaq. Estaba situado muy cerca del aeropuerto y ofrecía un menú degustación de comida típica groenlandesa (ballena, foca, pescados ahumados, etc.) que saboreamos el último día de nuestra estancia. También hay que decir que nuestro grupo no se alojó en este hotel. Nosotros alternábamos en nuestro viaje las noches de acampada con otras en donde compartíamos habitación con el resto del grupo en modestos albergues. Tengo que reconocer que ésta es la mejor manera de disfrutar del paisaje de Groenlandia. Dormir en una tienda de campaña a pie de glaciar escuchando a cada instante el estruendo de los bloques de hielo que se van rompiendo es toda una experiencia inolvidable. Y a pesar de sus incomodidades, el concacto con la naturaleza es mucho más intenso cuando se duerme en tienda de campaña ya que todo se vive más en primera persona. Aquellos que sean frioleros, que no teman, que las noches se pasan perfectamente con un saco de plumas. Hay que tener en cuenta que en agosto las temperaturas en Groenlandia son muy parecidas a las que nosotros estamos acostumbrados en un mes típico de otoño. Eso sí, aquel que exija para sus vacaciones las comodidades de un buen hotel, con su ducha, su bidé y su taza de water, que se busque otro destino turístico o que viaje como los turistas americanos con los que coincidimos en el pueblo de Nanortalik. Esa clase de turistas, la mayoría bastante veteranos, se desplazaban en crucero por Groenlandia realizando las paradas establecidas para conocer de forma superficial este maravilloso país.

martes, 17 de septiembre de 2013

EL TIEMPO EN GROENLANDIA



Si tuviera que citar un lugar en el mundo de los que he visitado en donde considero que la vida de sus habitantes es muy dura, no dudaría en mencionar en primer lugar de la lista a Groenlandia. He viajado a países desérticos en donde la gente se muere de hambre y de sed, pero aunque en Groenlandia eso es impensable, en este territorio se juntan tres factores que en mi opinión resultan determinantes para que lo considere de una crudeza extrema: la falta de luz en invierno con sus noches encadenadas mes tras mes, las bajas temperaturas que dejan el continente helado, y el aislamiento de sus ya escasos pobladores.
Mi viaje a Groenlandia ha sido en la primera quincena de agosto. En esas regiones polares, el día es mucho más largo que la noche por esas fechas, las temperaturas son más bien otoñales y la gente que vive más aislada recibe incluso la visita de turistas que acampan cerca de sus casas. Esta situación sólo dura unos tres meses. No obstante, también en verano se aprecian los cambios constantes del tiempo. Si el día nace soleado lo normal es vestirse con una camiseta de manga larga. Si de repente se nubla, baja la temperatura y hay que ponerse un forro ligero. Y si sale el viento, la sensación térmica hace que baje más la temperatura y sea necesario abrigarse con un "plumas", el gorro y los guantes. Es fácil pasar frío si no se tiene la precaución de contar con varias capas con las que abrigarse. Y si tenemos en cuenta que lo más previsible en la típica estancia de quince días en Groenlandia es que uno o varios días llueva, y que la mitad del viaje se pasa en campamentos al aire libre en donde se duerme en tienda de campaña, y que se realizan unos cuantos trekings para acercarse a pie de glaciar y otros en los que se sube a un par de cimas para contemplar el paisaje alpino de sus montañas, esto se traduce en que la previsión del tiempo marca el desarrollo de todo el viaje. Resulta tan imprevisible que incluso el guía de nuestro viaje no se fía de las previsiones a más de 24 horas. Y todo este rodeo espero que sirva para contestar a la típica pregunta que todo el mundo me ha hecho sobre si hacía mucho frío en Groenlandia. 

domingo, 8 de septiembre de 2013

EL GUARDIÁN ENTRE EL CENTENO DE SALINGER




Ya he vivido esta situación anteriormente. Sé que es difícil enfrentarse a la reseña de una obra que todo el mundo considera una obra maestra. ¿Qué más puedo decir de ella que otras personas eruditas no hayan dicho ya? ¿Qué más puedo aportar a los ríos de tinta que ya circulan por todas partes? Creo que nada. Si, porque estamos hablando de un clásico de la literatura y de un autor que se ha convertido en todo un mito literario. La crítica considera a esta obra como una de las mejores de la literatura americana de todos los tiempos, y la fama del autor trascendió aún más gracias al misterio que provocó su decisión de desaparecer para siempre de la actividad pública. No hubo más obras escritas por el autor y tampoco entrevistas que explicaran su aislamiento voluntario. Y así hasta su muerte muchos años después a una edad avanzada. Mientras leía este libro, me entero por la prensa escrita que en breve está previsto que salga a la luz una biografía sobre Salinger, y según se rumorea, el autor debió dejar varias obras escritas con instrucciones innegociables del propio escritor para que fueran publicadas en el 2015. Está claro que en estos días la figura de Salinger va a cobrar mucho protagonismo en los medios de comunicación.

No obstante, y sin pretender resultar arrogante, no me niego a dar mi visión personal de esta obra. ¿De qué trata este libro? El guardián entre el centeno es un libro que relata en primera persona el paso de la adolescencia a la madurez de Holden, el protagonista del libro. ¿Y que me ha llamado primeramente la atención? La mirada sarcástica que Salinger ha impuesto en este libro y sobre todo la fina ironía que desborda continuamente el protagonista:

"Pensé que las dos feas, Marty y Laveme, eran hermanas, pero cuando se lo pregunté se ofendieron muchísimo. Se veía que ninguna quería parecerse a la otra, lo cual era comprensible pero no dejaba de tener cierta gracia. 
Bailé con las tres, una detrás de otra. La más fea, Laveme, no lo hacía mal del todo, pero lo que es la otra, era criminal. Bailar con la tal Marty era como arrastrar la estatua de la Libertad por toda la pista".

¿Y qué otra peculiaridad he encontrado en Holden, el protagonista de este libro? La rebeldía y el típico apasionamiento juvenil que no duda nunca en posicionarse caiga quien caiga:

"Les aseguro que si fuera pianista o actor de cine o algo así, me reventaría que esos imbéciles me consideraran maravilloso. Hasta me molestaría que me aplaudiesen. La gente siempre aplaude cuando no debe. Si yo fuera pianista, creo que tocaría dentro de un armario. Pero, como iba diciendo, cuando acabó de tocar y todos se pusieron a aplaudirle como locos, Ernie se volvió y, sin levantarse del taburete, hizo una reverencia falsísima, como muy humilde. Como si además de tocar el piano como nadie fuera un tío sensacional. Tratándose como se trataba de un snob de primera categoría, la cosa resultaba bastante hipócrita. Pero, en cierto modo, hasta me dio lástima porque creo que él ya no sabe siguiera cuándo toca bien y cuándo no. Y me parece que no es culpa suya del todo. En parte, es culpa de esos cretinos que le aplauden como energúmenos. Esa gente es capaz de confundir a cualquiera".

¿Y cómo acaba este libro? Con una buena dosis de amargura. Holden, en un abrir y cerrar de ojos, se nos transforma en una persona madura y es descrito en las páginas finales del libro en actitud complaciente y con una forma de ser apática que choca frontalmente con esa ironía y rebeldía a la que anteriormente hacía mención: 

"Me senté y ella subió al tiovivo. Dio la vuelta a toda la plataforma y al final se montó en un caballo marrón muy grande. Luego el tiovivo se puso en marcha y la vi girar y girar. Todos los críos trataban de estirar los brazos para tocar la anilla dorada del premio y Phoebe también. Me dio miedo que se cayera del caballo, pero no le dije nada. A los niños hay que tratarles así. Cuando se empeñan en hacer una cosa, es mejor dejarles. Si se caen que se caigan, pero no es bueno decirles nada.
Cuando el tiovivo paró se bajó del caballo y vino a decirme:
- Esta vez te toca a ti.
- No. Prefiero verte montar -le dije. Le di más dinero-. Toma, saca unos cuantos tickets".

¿Será esa la razón por por la que Salinger decidió "desaparecer públicamente de este mundo"? ¿Consideraría que esa era la única manera de perpetuar su rebeldía al amparo de las estrictas normas que toda sociedad no duda en imponer para su propio beneficio? 

miércoles, 28 de agosto de 2013

EN MARES SALVAJES DE JAVIER REVERTE



El libro EN MARES SALVAJES de Javier Reverte es un libro menor del autor, un libro que el escritor ha estirado tanto que sus páginas huelen a encargo mal encajado. Ni la parte en que Reverte viaja en un barco turístico de jubilados para cruzar el famoso paso del noroeste entre el mar atlántico y el pacífico, ni la parte del libro en donde el autor viaja solo, como nos tiene acostumbrados en sus anteriores libros, por una parte del ártico canadiense, están a la altura del clásico libro de viajes. Me hice con este libro para ambientar literariamente el viaje que iba a hacer por Groenlandia ya que no encontré el libro de Barry López SUEÑOS DEL ÁRTICO que la agencia GREENLAND recomendaba como lectura apropiada. Y me equivoqué, porque EN MARES SALVAJES es un libro decepcionante, un libro que hubiera podido servir para introducirnos en la vida de los grandes exploradores del ártico, pero incluso en ese tema falla porque poco a poco se va diluyendo dentro del libro hasta desaparecer entre anécdotas personales carentes de fuerza. Otros libros del mismo autor me han gustado mucho, pero este no hay quién lo coja.

martes, 23 de julio de 2013

¿QUIÉNES MANDAN DE VERDAD EN ESPAÑA? DE CARLOS ELORDI



Dejemos la ficción para sumergirnos de lleno en la más cruda realidad. En su columna de Babelia Manuel Rodríguez Rivero recomendaba entre otros la lectura del libro de Carlos Elordi. Por el precio de un cañón de cerveza en una céntrica terraza veraniega de cualquier ciudad, incluyendo las de provincias, se puede comprar este libro en su formato electrónico. Con esta ingenua comparación no estoy insinuando que sea una lectura de entretenimiento o lectura sólo adecuada para el verano. Todo lo contrario. 

Un buen libro de denuncias debe estar siempre cargado de razones. Y, por supuesto, el autor tiene que poner sobre la mesa todos los datos de forma objetiva, sin que su punto de vista resulte evidente. En este libro, Carlos Elordi lo tiene claro: los banqueros no sólo controlan la economía sino que mandan incluso más que los otros poderes del estado (política, monarquía, medios de comunicación, etc). Es fácil intuir esta situación, sobre todo ahora que el tema de la crisis está en boca de todos, pero lo concluyente es poner nombre y apellidos a todas aquella personas o instituciones que de alguna manera están involucradas en esta trama. Un libro interesante y muy recomendado para todas aquellas personas que se consideren comprometidas con la situacion actual (abstenerse pasotas y lectores de novela romántica). Este libro nos ofrece información, y ya se sabe, la información es poder, sobre todo si sirve para poner cara a esos "mafiosos" que juegan con nuestro dinero, y que también intentan jugar con nuestra ingenuidad. Por desgracia, resulta muy preocupante la deriva que está tomando el mundo de la política, que no sólo ha desilusionado a mucha gente, sino que cada vez hay más datos que demuestran su corrupción en manos de los banqueros y de las grandes fortunas de este país. Leyendo este libro me han dado ganas de tomarte un buen cañón de cerveza a la sombra de un exótico árbol en el lugar más inaccesible del mundo: vamos, huir lo más lejos posible.

miércoles, 17 de julio de 2013

EL DÍA DEL WATUSI DE FRANCISCO CASAVELLA



En "la hora violeta" de Sergio del Molino, el autor citaba que estaba leyendo este libro mientras se encontraba en Barcelona por el tratamiento médico al que sometían a su hijo. Y como tantas otras veces, me dejé llevar por una recomendación de la que no me arrepiento.
¿Qué pasa por mi cabeza cuando decido leerme un libro de mil doscientas páginas?  Acostumbrado a leer tantas novelitas de poco más de cien páginas que me permiten escribir reseñas de ellos cada semana, de vez en cuando me embarco en la tarea de "tragarme" un novelón (por lo menos en lo referente a cuestiones de tamaño), que retarda mi presencia activa en este blog. Parece mentira que últimamente no sepa escribir otra cosa que no sean reseñas de libros. Y eso que en agosto me propongo junto a mi pareja viajar hasta Groenlandia. Un viaje fascinante que prometo contaros a su debido tiempo, también en este blog.

Ahora toca hablar del libro de Casavella, el escritor que murió demasiado joven y que tanto prometía en ese oficio. El protagonista del libro es Fernando Atienza. Un niño que crece en un barrio marginal de Barcelona y que a medida que discurre su historia el autor nos narra paralelamente la crónica de lo que fueron esos años en la ciudad de Barcelona. Se trataría de esa época entre la muerte de Franco, junto con los primeros años de la democracia en España, hasta las Olimpiadas de Barcelona. Esta localización en el tiempo nos permite conocer el surgimiento de una clase política trepadora que busca el poder con todas sus fuerzas y que choca con ese mundo marginal de drogadictos, putas y gente venida a menos que deambula por los tugurios más turbios de la noche barcelonesa. Miserias humanas que crecen en ese caldo de cultivo tan propicio para la especulación y la picaresca en el arte de medrar; esa España pícara y rancia del sálvese quién pueda y que valora las apariencias por encima de todo. Y por ese mundo peligroso de arenas movedizas deambula Fernando Atienza. Lo cuenta él mismo por medio de un extenso informe promovido por el encargo de un personaje muy importante y misterioso (el que quiera saberlo que se lea el libro). La vida del protagonista está llena de muchas miserias, eso sí, narradas por Casavella con una sutil ironía con la que pretende quitar hierro al asunto. Una prosa desbordante caracteriza el estilo de Casavella con frases y pensamientos que se alargan en el espacio renglón tras renglón. A veces me he perdido en su lectura o me he chocado contra el sentido que el autor quiere transmitir con sus palabras. Hay que tener mucha capacidad de concentración para aguantar tanta intensidad. Por eso es fácil ahogarse en esa marea de 1200 páginas llena de matices y pensamientos abstractos, y en donde nada es lo que parece.

Hasta ahora no había hablado del Watusi. Es el personaje más misterioso del libro (¿existe o es un mito?). La historia real del Watusi se transforma en leyenda gracias al boca-boca, y se extiende de forma incontestable por todos los barrios marginales de la ciudad. De esta forma, el origen del Watusi se confunde en las sombras que se generan cuando la mentira se transforma en verdad mientras nadie lo contraste. Un asunto muy actual que tiende a repetirse a lo largo de la historia cuando se trata de manipular a la gente. Y, así el Watusi resulta ser el chivo expiatorio, el "saco de las hostias", y creo yo, el personaje más ingenuo de todos los seres que pueblan este universo barcelonés en donde la ingenuidad casi no tiene cabida.

"Quisimos ser ingenuos por segunda vez, para perdonar y perdonarnos, y eso nos partió por la mitad, estampados contra la roca de los tiempos, mientras en el aire brillan cristales marinos".

jueves, 11 de julio de 2013

DEL BALTORO A GROENLANDIA



Groenlandia ha sustituido como nuestro destino vacacional a Pakistán. Para este agosto nuestra primera intención era viajar hasta ese país para realizar el trekking del Baltoro.  Era un viaje que prometía muchas emociones, un punto de aventura, y una belleza paisajística que tenía su culminación con la visión de una de las montañas más espectaculares del planeta: el K2. Todas estas maravillas se han ido al traste desde el momento en que un grupo talibán ha perpetrado un atentado contra turistas en esa zona del Karakorum. Hasta ahora esa región se encontraba al margen de esa violencia fundamentalista que ha encontrado razones para su justificación por culpa de las políticas imperialistas de esos países que se creen los amos del mundo. El que siembra vientos recoge tempestades. Nunca he sido de la opinión de justificar este tipo de actos violentos, que son injustificables desde el punto de vista humano, pero siempre ha habido en el mundo personas que manipulan a otras personas para alcanzar sus propios intereses. Si tenemos en cuenta que en esos países la pobreza está muy arraigada, es fácil pensar que se puede jugar con el hambre y la insatisfacción de las personas para tratar de influir en sus actos. Por supuesto que la típica frase de que "la religión es el opio del pueblo" se hace evidente cuando hablamos de los fundamentalistas talibanes y del terrorismo de Al-qaeda. Todos los fundamentalismos religiosos son perniciosos y crean una serie de tensiones que explotan cuando menos te lo esperas. Ahora ha sucedido en la zona del Karakorum, pero mañana puede ser en cualquier país del mundo. Sí, el mundo se ha vuelto más peligroso, y cada vez es más complicado viajar a ciertos países que antes eran un destino atractivo y exótico. Por culpa de estas circunstancias el mundo se ha vuelto más pequeño para el viajero. Y por supuesto que esto es un problema, pero no sólo para los acomodados turistas que nos podemos permitir un viaje o dos cada año a esos países que tanto nos llaman la atención. No, lo nuestro es sólo un contratiempo menor, el mayor trastorno lo sufren los propios habitantes de esos países que subsisten muchos de ellos gracias al turismo y que se ven abocados a pasar tiempos muy difíciles. Los acomodados viajeros con sólo cambiar nuestro destino turístico tenemos el asunto solucionado.


sábado, 8 de junio de 2013

LA HORA VIOLETA DE SERGIO DEL MOLINO





Cierto es que me enfrentaba a este libro con aprensión. Tengo miedo a esa clase de lecturas que te dejan una gran tristeza en el alma. Es obvio que no me refiero en este asunto a la calidad literaria. Sigo al autor en su blog desde hace tiempo y leo sus entradas con interés. Pero las referencias que había leído de La hora violeta me indicaban que el tema del libro no podía ser más triste: la muerte prematura de su hijo por culpa del cáncer. No obstante, un día que pasaba por la biblioteca me encontré en la mesa de novedades con este libro, y llevado por mis contradicciones me dejé ir por el impulso del momento. Ya en casa me embarqué en su lectura. Y a pesar de la aparente marejada (nunca hay que fiarse de las circunstancias), me sumergí hasta los espacios abisales de su escritura. Conclusión: el autor me ha hecho llorar en ciertos pasajes de su libro:

"He domesticado la pena, pero su intensidad es idéntica a la del día de su muerte. Simplemente, me he acostumbrado a ella. La pena y yo hemos firmado un acuerdo de convivencia. No la anularé con trucos de psicología barata y ella me dejará vivir".

pero también he encontrado momentos de brillante ironía y contundencia verbal en otros tantos:

"Si el homo no es faber no es nada. Si el pulgar oponible nos hizo humanos fue para trabajar, no para masturbarnos mejor. Podríamos hacernos pajas sin pulgar oponible, pero no podríamos construir catedrales. Y por mucho que nos joda, nuestra naturaleza está más cómoda cuando construye catedrales que cuando se masturba. Es lo mismo que descubrieron los poetas y los filosofos. Nos importa el camino, no la meta. Porque vivir es caminar sin llegar a ninguna parte. Una paja es un destino, pero no estamos hechos para estancarnos en un sitio. Somos nómadas, nuestro carácter es errante..."

Otra conclusión: el autor no trata de escribir un libro en busca de la lágrima fácil, buscando una complicidad emocional al nivel de una telenovela. No; en La hora violeta el autor nos relata un gran drama personal que ha trascendido en forma de libro, porque el mayor homenaje que Sergio del Molino padre puede hacer por su hijo Pablo es aquello que mejor sabe hacer en este mundo: escribir un libro. 
Ahora que releo lo escrito, me estaba haciendo la pregunta sobre sí merece la pena contar este drama en un libro, y no había tenido en cuenta, que este tipo de preguntas sobran porque siempre depende del punto de vista. A Sergio del Molino le ha servido como ejercicio de salud mental:

"Lo urgente es también este libro. Con su escritura esquivo lo importante. Encaro las palabras, y mientras resuelvo problemas de estilo, depuro el lenguaje y estructuro sus páginas, evito ser tragado por lo importante. Cuidar de los detalles literarios es mi forma de asirme al mástil y mantenerme al mando de la nave. De otro modo, me perderían las sirenas o me cegaría la contemplación del brillante y amorfo espanto que me rodea y me atraviesa".

 Y a mí, para encontrar a un autor del que espero una gran novela de ficción:

"Me gusta el verbo crecer, mucho más que criarse. Criarse en un sitio confiere aspecto de teta al lugar. Un caserío grande y pródigo del que mamas acurrucado y caliente, pasivo y prisionero. En cambio, crecer se ajusta mejor a la realidad. Tu te agrandas y el espacio se empequeñece. Desbordas tu pueblo con tu propio crecimiento. Porque si no lo desbordas, él te ahoga a tí. Es una cuestión de supervivencia. O tu pueblo o tú. Los dos no pueden existir al mismo tiempo".


sábado, 25 de mayo de 2013

HISTORIA ABREVIADA DE LA LITERATURA PORTÁTIL DE VILA-MATAS



Siento una gran admiración por el escritor Vila-Matas labrada a lo largo de la lectura de muchas de sus obras. Nunca me ha decepcionado el autor catalán, ni su peculiar estilo, que considero uno de los mejores y más asentados de toda la literatura escrita en castellano. Vila-Matas es uno de los grandes en este oficio de escribir y no hay mas que seguir su trayectoria para comprobar que hay una coherencia que muchos otros escritores envidiarían. Dicho esto, nadie se imaginará una crítica negativa de este libro que me toca reseñar. Y no la puede haber si uno lee frases entresacadas del libro como estas:

"Y es que si bien se mira, la literatura vivirá mientras alguien que se disponga a escribir una simple carta dude unos instantes acerca de la manera de hacer verosímil lo que se propone decir en ella".

Y si el trabajo para los Shandys pudo convertirse en una droga, según nos cuenta el autor en este libro, para los lectores de Vila-Matas, sus libros resultan adictivos, provocando que ese universo literario se mezcle con la vida, y la vida deje de tener sentido si no es vista desde el punto literario. Al fin y al cabo, que más puede pedir un aficionado a la literatura que encontrar las palabras justas para emprender un viaje por medio de la historia que le es contada:

"¿Pero cómo se convirtieron los alegres, volubles y chiflados shandys en unos héroes de la voluntad? Pienso que es por el hecho de que el trabajo puede convertirse en una droga, en una compulsión. "El pensamiento, que es un narcótico eminente", escribió Walter Benjamín".

Para finalizar esta breve reseña, me gustaría imaginarme que Vila-Matas no es un escritor de culto, que ese trabajó de escribir tiene más que ver con el oficio de artesano que gracias a su pericia y habilidad, y al fruto de su paciencia labrada a lo largo de muchos años de aislamiento, consigue idear unas historias que son siempre la misma historia: su amor por la literatura.

"En realidad, todos estamos haciendo cosas. Más que artistas, que suena hueco y pomposo, somos artesanos, es decir, gente que hace cosas. Un aire de feliz creatividad recorre las estancias del Sanatorio Internacional. Apenas nos vemos entre nosotros, pues como artesanos permanecemos aferrados a nuestra individualidad, pero a veces sopla un viento polar que nos reúne a todos en el patio central, donde, sonrientes y abrigados, intercambiamos miradas de complicidad".









lunes, 20 de mayo de 2013

BILBAO-NEW YORK-BILBAO DE KIRMEN URIBE



Arranca muy bien esta novela de Kirmen Uribe con esa comparación entre los anillos de un tronco y las escamas de un pez:

"Los peces y los árboles se parecen.
Se parecen en los anillos. Si hiciéramos un corte horizontal a un árbol veríamos sus anillos en el tronco. Un anillo por cada año transcurrido, es así como se sabe la edad del árbol. Los peces también tienen anillos pero en las escamas. Y al igual que sucede con los árboles, gracias a ellos sabemos cuantos años tiene el animal.
El anillo de los peces lo crea el invierno. El invierno es el tiempo durante el cual el pez come menos, y el hambre deja una marca oscura en sus escamas porque su crecimiento es menor durante esta época. ..
Y como los anillos de los peces, los momentos más difíciles van marcando nuestras vidas, hasta convertirse en medida de nuestro tiempo. Los días felices, al contrario, pasan deprisa, demasiado deprisa, y enseguida se desvanecen.
Lo que para los peces es el invierno, para las personas es la pérdida. Las pérdidas delimitan nuestro tiempo; el final de una relación, la muerte de un ser querido.
Cada pérdida es un anillo oscuro en nuestro interior".


Muy poético. Sigue en la misma línea metafórica unas páginas más adelante cuando compara el euskera con el mapa de un tesoro:

"Vuestra lengua parece el mapa del tesoro. Si desenfocas el resto de letras y percibes sólo las x, parece como sí te guiarán por la ruta del tesoro".
Me pareció que aquello era lo más bonito que se podía decir de un idioma que no conoces, que se asemejaba a un mapa del tesoro.


También muy poético y con una potencia simbólica admirable. Pero a medida que avanza el libro se va diluyendo mi interés por la lectura de este libro ya que los hechos reales toman el mando de la historia y la ficción narrativa pasa a un segundo término. ¡Qué pena! Sé que es un asunto premeditado y que es una elección personal del autor, pero a mí no me aporta nada por ejemplo, el dato de los kilómetros que faltan para el aterrizaje del avión que conduce a Kirmen Uribe hasta New York, o lo maja y simpática que resulta ser la compañera de asiento que le ha tocado en suerte. Será una cuestión de gustos, pero tanta dosis de realidad me resulta empalagosa y no considero justificado tanto relleno. Se suele decir que la ficción supera a la realidad, nada más evidente en este libro de Kirmen Uribe; que sí, que es una obra de calidad con premio literario incluido, pero que hubiera crecido desde el punto de vista literario si hubiera contado esa "verdad" desde el terreno de la ficción. 

Y aquello que comenzó bien, ya lo dije al comienzo de esta reseña, acaba pasado de vueltas con un poema dedicado a su hijo adoptivo. Un comienzo poético de este libro rematado con un final lacrimoso. No obstante, si mezclamos todos los ingredientes de este relato, los buenos y los fallidos, el resultado final se compensa y se diluye todo aquello que pudo ser y no fue.

viernes, 10 de mayo de 2013

ESE IDIOMA RARO Y PODEROSO DE IBAN ZALDUA




"Ese idioma raro y poderoso", del escritor Iban Zaldua, es un ensayo basado especialmente en aquellos autores que escriben en euskera (ese idioma raro y poderoso del que habla el autor), aunque también se cita a escritores vascos que sólo han escrito sus obras en castellano. De este mundo lleno de peculiaridades y contradicciones (conflicto vasco, nacionalismo frente a no nacionalismo, etc), y que el autor conoce de primera mano, nos habla con maestría Iban Zaldua. El autor nos desgrana con fina ironía y un estilo ameno, su punto de vista sobre el panorama de las letras vascas. Si algo hay que destacar en Iban Zaldua, que lo hay por supuesto, es la habilidad que tiene para utilizar la ironía y no resultar un graciosillo:

"Es posible que la ironía, como he señalado antes, sea un recurso literario subsidiario y modesto, pero en la realidad que nos circunda sigue habiendo muros muy gruesos, y la ironía, por consiguiente, es una de las formas de que disponemos para agrietarlos. Aunque sea un poco". 

Para ello no duda en dar su opinión sobre toda la nómina de escritores que cuentan con cierto prestigio dentro del parnaso literario vasco. Los hay de distintas generaciones, de diferente ideología, y por supuesto, de muy variada calidad literaria. El autor nos recuerda constantemente que el mundo de las letras vascas no es muy diferente al mundo de las letras españolas, francesas, etc. Es evidente que aunque algunos lo pretendan, los vascos no vivimos en un mundo aparte. Y también nos recuerda que hay que alejarse de ese tópico que relaciona habitualmente al euskera con un idioma arcaico. Para Zaldua es evidente que la literatura escrita en euskera está bien viva y que cuenta con varios escritores de primera fila de diferentes generaciones (Atxaga, Harkaitz Kano, Kirmen Uribe, sirven de muestra), que incluso han trascendido a nivel internacional. Como colofón a esta idea, Zaldua cita en su ensayo un poema de Ángel Erro que a continuación detallo y que considero un buen ejemplo de lo que el lector encontrará en este libro, que recomiendo sobre todo por sus acertadas recomendaciones de lectura:

Todo está dicho, desde antiguo
Que todo está dicho, está ya dicho
Todo está dicho, pues, sin remedio
Todo está dicho, pero no por mí.

martes, 7 de mayo de 2013

EL GUARDABARRERA



Camilleri es reconocido en el mundo de la literatura por las obras policiacas que ha escrito ​contando como protagonista al detective Montalvano. "El guardabarrera" se sale de esta temática y se adentra en la italia fascista de la segunda guerra mundial. Y ante la barbarie propiciada por el fascismo, con su poder de delación y su capacidad para generar terror, Camilleri nos describe a una joven pareja que lucha por intentar tener un hijo y salir adelante en la vida. En esta obra no aparece Montalvano, pero sí que hay una pequeña trama detectivesca, una historia rodeada de misterio que tiene como protagonista a un mafioso que colabora con los aliados y que cuenta con múltiples contactos. El autor intencionadamente hace que no sepamos mucho de este mafioso que aparece cuando menos te lo esperas en el libro, como si estuviera oculto entre sus páginas aprovechando la ocasión ​más​ idónea para dejarse ver​. Es el personaje más misterioso, como ya hemos dicho, y el más ambiguo. Me recuerda a esos oscuros personajes surgidos al amparo de las guerras que se enriquecen con la especulación propia del mercado negro. Y como no hay ningún tipo de justicia en esa italia fascista, el ojo por ojo está al orden del día, provocando que un ser tan inocente como nuestro protagonista opte por ​una violenta venganza para saldar sus cuentas.
​Aunque creo que por encima de todo, el autor ha querido destacar la historia de amor de la pareja protagonista, que ​culmina en una metamorfosis ​
​cargada de simbolismo: la mujer que quiere transformarse en un árbol, que quiere dar frutos y ​a que ella no puede ser madre tras sufrir en sus carnes la violencia. Es una peculiar manera de aislarse de la barbarie, de seguir viva aunque sea transformándose.

viernes, 26 de abril de 2013

LEÓN EL AFRICANO




"A mí, Hassan, hijo de Mohamed el alamín, a mí Juan León de Médicis, circuncidado por la mano de un barbero y bautizado por la mano de un Papa, me llaman hoy el Africano, pero ni de África, ni de Europa, ni de Arabia soy.  Me llaman también el Granadino, el Fesí, el Zayyati, pero no procedo de ningún país, de ninguna ciudad, de ninguna tribu. Soy hijo del camino, caravana es mi patria y mi vida la más inesperada travesía".

No sé si será el mejor comienzo de un libro que he leído en mi vida, pero sin duda alguna sí que está entre los más cautivadores. Después de leer este párrafo es imposible no dejarse llevar por la historia de este personaje llamado León el Africano. Unas vivencias que le llevan a conocer gran parte del mundo conocido de esa época. Un gran viajero sin patria que ya desde muy joven formó parte de una caravana que lo llevó hasta Tombuctú. En esos viajes pasó hambre, frío y todo tipo de penalidades, pero nunca fueron razón suficiente como para plantearse dejar esa vida de trotamundos que no conoce fronteras. El libro de Amin Maalouf está en todo momento a la altura de este personaje histórico. Se narra la vida del protagonista año tras año, sin pretender ensalzar su figura mediante un estilo recargado y adulador. El resultado de este trabajo es el ensamblaje perfecto del estilo del libro con la sencillez del protagonista y su natural personalidad. Incluso cuando León el Africano trata con personajes históricos tan relevantes como el Papa Clemente VII o el Papa León X, el lector saca una impresión de cercanía que choca con la imagen histórica que hemos estudiado de ellos. En definitiva, no hay mejor forma de sumergirse en los hechos históricos que se narran en el libro (por ejemplo la toma de Granada por los Reyes Católicos o la expansión del imperio otomano), que leyendo la interesante vida de León el Africano. De igual manera, uno se deleita leyendo los pasajes más privados de la vida del viajero, que muestran lo que se viene a llamar en términos históricos la intrahistoria de esos años, siempre a la sombra de esos grandes acontecimientos. Los dos aspectos se compenetran y son de la misma importancia para hacernos una imagen fiel de la época. 

miércoles, 17 de abril de 2013

TREKING POR EL JEBEL SAGHRO



Hace tiempo que quería viajar por Marruecos. En mi entorno de amigos y conocidos casi todo el mundo ya conocía este país. Me figuro que su cercanía a España era el principal motivo, aunque seguramente también influía la posibilidad de realizar un treking por un país que cuenta con la cordillera del Atlas y el aliciente de poder hacer cima en varios de sus montes de más de cuatro mil metros. Esta Semana Santa se nos presentó la posibilidad de hacer un treking con la agencia de viajes Banoa por el Jebel Saghro, una de las zona menos conocidas de Marruecos y que era totalmente desconocida para nosotros. A pesar del primer día en Marraketch en el cual nos llovió desde que aterrizamos en el aeropuerto, la aventura que iniciamos en la población de Ait Hadoun comenzó con buen tiempo, ya que en todo el recorrido tuvimos la suerte de gozar con una temperatura primaveral que acompañaba nuestro deambular por la geografía del Saghro. Menos mal, no me quiero imaginar todo un treking pasado por agua. Hasta que no te adentras en este territorio no sabes con qué tipo de vistas te vas a ver rodeado. En el Saghro el paisaje dominante es del tipo volcánico, con sus peculiares formaciones rocosas que el viento se ha encargado de modelar a lo largo de los años. Si a esto añadimos que el Saghro es una región semidesértica próxima al Sahara, hay que remarcar la importancia de conocer dónde se ubican los puntos de agua que nos permitirán sobrevivir en estas áridas tierras, y que gracias a la experiencia de nuestros guías y muleros solventamos sin dificultad.
Si algo destaca por encima de todo en este treking es que cada día vas a más, ya que jornada tras jornada el paisaje resulta más agradecido para el caminante. También resaltaría para información del viajero interesado, que es una zona muy poco habitada en donde se asientan pequeños poblados bereberes, algunas haimas aisladas, y que resulta muy difícil coincidir con otros turistas durante todo el trayecto.
Y para convencer a todo aquel que quiera desplazarse a esta apartada zona de Marruecos, os puedo comentar que no sólo se disfruta con la caminata diaria, sino que es toda una experiencia dormir cada día en tienda de campaña, como en el fascinante plateau de Anou N'el-Marss a casi dos mil metros de altitud, o ser testigos al anochecer como el sol enrojece una gran mole rocosa en el plateau de Tissgdal, justo un instante, y antes de que te des cuenta te envuelven las sombras de la noche, o tener la suerte de vivir la magia de una noche de luna llena en un lugar tan remoto como Tajalach, o contemplar las impresionantes vistas que casi te hacen adivinar el desierto del Sahara desde la cima del Amlal a 2700 metros de altitud. Y por si todo esto fuera poco, cuando llegas al monte Kouaduch, la última cima del viaje de 2592 metros de altitud, y desde su altura contemplas las vistas de todo lo que has sido capaz de andar a lo largo de este treking, te sientes orgulloso y contento porque has vivido una experiencia muy intensa que recordarás toda la vida. 

El final del treking se sitúa en la localidad de Tagdilt. En el albergue hay duchas y un techo que nos cobija, pero que ya nos resulta un tanto extraño después de varios días durmiendo bajo las estrellas.

jueves, 21 de marzo de 2013

CATARATAS VICTORIA



Fue hace más de seis meses cuando finalizó nuestro viaje por Namibia, Botswana y Zimbabwe. El mejor viaje del que he tomado parte, por lo menos hasta ahora. Como colofón a tantos días inolvidables los dos últimos días por tierras africanas los pasamos en Cataratas Victoria, en concreto, alojados en el mítico hotel Cataratas Victoria con su característico estilo victoriano. Choca mucho encontrarse todo este ambiente de lujo en mitad del continente africano, sobre todo si hablamos de países en donde la pobreza es un mal endémico. Todo este despropósito es fruto del colonialismo, que creaba este tipo de "islas de confort" como si fueran un espejismo en medio de un continente explotado en todos los sentidos. Ahora, nosotros aprovechamos ese lujo para instalarnos cómodamente en el hotel en donde somos atendidos como grandes señores por el servicial personal del hotel. A la tarde decidimos hacer la visita a las míticas Cataratas Victoria, tan cercanas al hotel que incluso se puede ir dando un pequeño paseo. "El humo que truena", traducción al castellano del topónimo nativo, enseguida hace honor a su nombre, ya que a cierta distancia se intuye una columna de humo ocasionada por el estruendo que produce el agua al caer desde tan elevada altura. Y la visión de cerca no desmerece en nada. El parque cuenta con varios miradores numerados en donde disfrutar de la contemplación de las cataratas. Los más bonitos son aquellos en los que el agua despedida de la catarata salpica de tal manera que es imposible no mojarse. Esa sensación de cercanía es impresionante. También destacan por encima de otros los tramos en donde te puedes asomar al vacío desde el mismo borde del precipicio para poder contemplar la caída de casi 100 metros que tiene la cascada en esos puntos.

Al día siguiente, madrugamos para hacer el famoso rafting de Cataratas Victoria por el río Zambeze. Es un rafting con varios tramos de grado cinco y uno de grado seis, y nos han advertido que este año resulta más peligroso por el menor caudal del río. A orillas del río Zambeze recibimos las primeras instrucciones de supervivencia que nos ponen los pelos de punta. Mejor no pensar, dejar la mente en blanco y que pase lo que tenga que pasar. Empieza la atracción. Remamos con fuerza hacia el primer tramo del río y lo pasamos sin contratiempo. Así hasta que un tanto confiados enfilamos otro tramo de grado medio y nos vamos al agua. La primera vez que salgo despedido de la barca y voy de cabeza al agua, siento que estoy a merced de la corriente, que paso sin control por remolinos y sifones a la vez que sorteo alguna roca que otra en mitad del cauce. No he tragado tanta agua en mi vida. De vuelta en la barca, acometemos otro tramo más complicado, un grado cinco. Y otra vez al agua. Y como no hay dos sin tres, en el siguiente tramo también volcamos. Tengo que reconocer que la impresión no es la misma, que se hace "callo" con esto de estar tanto en el agua de remolino en remolino. No lo lleva tan bien una compañera de barca, que en un tramo que hemos volcado ha tragado tanta agua que sufre un ataque de pánico. Toca tranquilizar y hacer equipo para intentar salir de esta complicada situación. Nos queda más de la mitad del rafting y nos conjuramos los seis tripulantes de la barca para coordinarnos con los remos y dar lo mejor de nosotros. Nuestro guía, conocido por Titanic, parece un hombre tranquilo, pero en esos momentos de incertidumbre no nos puede resultar más agorero su mote. Nuestra suerte cambia y pasamos varios tramos peligrosos sin tragar agua. Gritamos hasta quedarnos roncos cada vez que superamos un nuevo sector peligroso y nuestra confianza va subiendo a medida que discurre la travesía por el río. Por fin llegamos sanos y salvos al final del rafting. Estábamos advertidos de la dificultad del rafting, y hay que reconocer que tal y como salimos de magullados de esta actividad extrema, no les faltaba razón. Eso sí, la experiencia no nos la quita nadie y tampoco el diploma que acredita nuestra participación en tan renombrado rafting.


Ya sólo nos queda juntar a todo el grupo en la última cena. Buena comida junto a una buena compañía. Es la despedida y todos estamos un poco emocionados. Esto se acaba y de tanto como hemos disfrutado nadie quiere regresar. Y ya que estamos en África, este continene que tanto nos gusta a todos, ¿por qué no nos quedamos y seguimos viaje?

miércoles, 13 de marzo de 2013

PARQUE NACIONAL DEL CHOBE



Con la llegada al parque nacional del Chobe se produce un punto de inflexión en nuestro viaje. Hasta ahora hemos viajado en el camión habilitado por Kananga, arropados todo el tiempo por nuestro conductor, cocinero, asistenta de cocina y guía, pero ha llegado el momento de despedirnos de parte del equipo porque a partir de ahora dejamos el camión y nos convertimos en "turistas de etiqueta". Es una despedida aplazada porque con algunos de ellos nos volveremos a ver en la cena de despedida de Cataratas Victoria, justo antes de coger el vuelo de vuelta a nuestras casas. Pero eso será dento de unos día, ahora seguimos con Laura, nuestra guía del viaje que nos instala en un lujoso lodge desde el que salen los barcos cargados de turistas para contemplar la fauna del parque nacional del Chobe. Ahora nos toca compartir con otros turistas ese espacio que a lo largo de este viaje parecía que sólo era para nosotros y que hacía que nuestro viaje fuera especial. No obstante y dadas las circunstancias, merece la pena someterse a este borreguismo turístico con tal de contemplar la cantidad de animales salvajes que posan para nosotros a escasos metros del barco. Además del elefante, el animal por excelencia del Chobe, sobre todo nos llama la atención la cantidad de búfalos e hipopótamos que pastan a orillas del río. Es curioso como las distintas especies hacen su vida en el Chobe, mezclados o separados por manadas, pero todos en su conjunto representan un pequeño paraíso de la vida salvaje a orillas del río Okavango.
A la mañana siguiente nos levantamos muy temprano para realizar con las primeras luces del día un safari en jeep por el parque del Chobe. Hay que adaptarse al ritmo de vida de estos bichos de hábitos nocturnos para que podamos conseguir ver incluso a los más esquivos, como son los leopardos y las hienas. A pesar de la desidia del conductor que nos guía por las pistas a un ritmo acelerado, conseguimos ver un grupito de hienas con sus pupilas iluminadas por los faros del jeep, y otros grupos más afortunados logran contemplar al animal más esquivo entre los esquivos: el leopardo. Más tarde nos enseñan las fotos que han captado ese momento y nos morimos de envidia. Es el peaje que hay que pagar por ser un turista más entre los cientos de turistas que salen cada mañana a ver a los animales salvaje del Chobe. Como nuestro jeep es el primero de todos los grupos, en vez de ver un leopardo somos testigos del paso de la comitiva que acompaña al presidente de Sudáfrica que se encuentra de visita oficial en Botswana. Los de seguridad nos hacen parar en la cuneta en el momento que pasan los coches con sus banderitas representativas, y cuando pasa el coche del presidente con su consorte, saludamos agitando nuestras manos y somos respondidos de igual forma por tan alta autoridad. Simbólicamente también nos despedimos así de Botswana, y pasando una nueva frontera, nos adentramos en Zimbabwe para ver las Cataratas Victoria, nuestro último destino de estas vacaciones.