sábado, 9 de noviembre de 2013

EL TERCER POLICÍA DE FLANN O'BRIEN



Tras leer con la sonrisa en la boca "La boca pobre" , valga la redundancia, seleccioné al azar este libro del mismo autor pensando que explotaría la misma vena cómica. Pero no; "El tercer policía" tiene pasajes de cierta comicidad con otros muchos más numerosos que destacan sobre todo por su componente surrealista. Contribuye a esta circunstancia la narración de las experiencias que vive el protagonista del libro en ese infierno tan peculiar al que viaja, junto con las excéntricas teorías del profesor De Selby, como esa en donde argumenta a su manera sobre porqué tiene el mundo forma de salchicha y que son estudio del narrador del libro, o como ésta referente al infierno que cito a continuación:


"El infierno da vueltas y más vueltas. Su forma es circular y su naturaleza interminable, repetitiva y muy próxima a lo insoportable".

Es ese infierno al que bajan en ascensor el protagonista del libro de Flann O'Brien, junto con el sargento de policía, y en el que el protagonista puede pedir todo lo que desee ya que será concedido. Eso sí, hay una pega: es necesario pesar lo mismo tanto en la bajada como en la subida. Por lo tanto, después de que le han puesto el caramelo en la boca tiene que sacrificarse y renunciar a todas sus listas de deseos.

De este libro destaco por encima de todo, su desbordante ingenio que es capaz de crear un mundo lleno de fantasía, en donde por ejemplo, la bicicleta es una prolongación del cuerpo humano, y en donde el lector viaja por diferentes dimensiones dentro de la ficción narrativa como si se tratara de un cuento similar a Alicia en el país de las maravillas. Y esa maestría literaria, ese capacidad para plasmar una idea sacando una brillante reflexión queda resumida en frases tan ingeniosas como éstas:

"Creo que vamos a salir a echar un vistazo, es muy importante hacer lo que es necesario antes de que se convierta en esencial e inevitable".

"Es curioso que cuando uno espera algo horrible, incalculable y devastador, y ese algo no se materializa, uno se siente más decepcionado que aliviado".

Acabo. El libro tiene una estructura circular, similar a ese infierno que describe De Selby que da vueltas y más vueltas, y acaba como empezó: nuestro protagonista regresa al mundo de los vivos, vuelve a su antigua casa donde espera encontrar a su compinche en el asesinato, y éste, que ya ha envejecido por el paso de los años, se da un susto de muerte al reencontrarse con su joven víctima que sigue igual de aspecto y a quien la muerte le ha sentado muy bien.

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