jueves, 26 de mayo de 2011

PETRA A VISTA DE PÁJARO



23/04/11

Amanece temprano para nosotros. El plan del día es madrugar mucho para estar los primeros, a las seis y media, en la puerta de entrada de Petra. Gracias a estos detallitos, la agencia de viajes Banoa, con sus guías, organiza unos viajes diferentes a otras agencias alternativas. Es la marca distintiva de esta agencia. El resultado: una gozada poder andar por el Siq de Petra totalmente solos, sin la presencia constante de otros turistas. Para los "francotiradores de la cámara" supone todo un aliciente poder sacar fotos sin gente de un monumento natural tan transitado. No hay que esperar, ni apartar a la gente para poder sacarte una foto con el Tesoro al fondo. Y las sorpresas no acaban ahí. Ernes nos conduce por unas escaleras naturales a lo alto de una montaña, en donde se encuentra el "Sacrificio", una zona en donde los nabateos realizaban sacrificios de animales. ¡Qué vistas de Petra desde las alturas! Desde este punto observamos perfectamente en la cima de un monte la famosa tumba de Aaron, entre otras vistas. Imprescindible realizar esta excursión para todo aquel que decida visitar Petra. Después de deleitarnos con la contemplación de este paisaje de maravilla, descendemos hasta la fuente del león, con sus canalizaciones excavadas en la roca para captar el agua, y llegamos a una de las zonas más bonitas y ocultas de Petra. Como aquí todo está excavado en la roca, nos encontramos más templos, tumbas y palacios que no sufren la masificación turística. Se pueden apreciar en las paredes de estos monumentos las vetas de colores naranjas y rosados que caracterizan a todo el conjunto de Petra. Bajamos un poco más y hacemos una parada en la casa de un beduino. Nos tomamos un té en el patio de su casa. El anciano nos muestra orgulloso su morada, cada vez menos perdida y apartada, ya que aparece en la última edición de la guía de Lonely planet. Antes de almorzar visitamos el museo de la ciudad, y después de un rato de descanso, volvemos a ascender por otra vertiente de la montaña con el objetivo de situarnos enfrente del Tesoro, pero visto desde las alturas. Otro punto de vista más, otro detallito más de este viaje que permanecerá en nuestro recuerdo a lo largo del tiempo. Con pena por descender de este lugar privilegiado justo encima del Siq, bajamos hasta pisar nuevamente el camino habitual de Petra. Ya nos hemos visto todo lo que hay que ver de Petra, no tenemos ninguna prisa. Nos sentamos relajados en la terraza de un puesto de bebidas y miramos entretenidos el paso de la gente. Pasa bastante tiempo hasta que decidimos regresar al hotel. Hemos sido los primeros en llegar y somos los últimos en abandonar Petra. Sin pasar por el hotel, hacemos una parada en el Caver Bar para refrescarnos con unas cervecitas. En esas aparece Samir y se une al grupo, porque aunque es musulmán también bebe cerveza. Estamos al final del viaje y hay más confianza entre Samir y nosotros. Hablando, hablando, Samir nos cuenta una anécdota de su juventud, de cuando estaba follando con una guapa vecina y se presentó de repente la familia de ella. Al pobre no le quedó más remedio que esconderse en pelotas debajo de la cómoda, porque si le llegan a pillar, ahora no estaría contándonos esta aventura amorosa. Parece sacado de un guión de película pero nos asegura que realmente es verdad. Y colorín, colorado, esta historia sobre Petra se ha acabado.

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