miércoles, 7 de abril de 2010

EN GRAND CENTRAL STATION ME SENTÉ Y LLORÉ


Aprovechando que me encuentro enfermo con una gastroenteritis galopante he terminado de leer el libro de Elizabeth Smart que titula esta entrada. Tras su lectura se me ha quedado una doble sensación que intentaré explicar a continuación. Es un libro de una poética increíble, en donde el amor más apasionado trasciende y se eleva para convertirse en el gran protagonista del libro. Pero ese estado de enamoramiento crea una cierta confusión para la comprensión de muchas páginas del libro. Esto se puede entender si asimilamos que el amor genera a su vez gran confusión en las personas que lo experimentan. Parafraseando a Enrique Vila-Matas, este es "un libro de una bella intensidad, extrema y rara". Y según mi experiencia lectora, os puedo decir que en este libro se encuentran las páginas más intensas que he podido leer en mi vida, pero también hay ciertas partes del libro que me han resultado extremadamente raras y difíciles de comprender debido al uso de un lenguaje metafórico que a veces resulta recargado.

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