jueves, 9 de septiembre de 2010

PRIMEROS DÍAS EN ETIOPÍA


31/07/10


Volamos rumbo a Addis-Abbeba. Tras una noche de copas por Madrid, con amigos de amigos, hemos salido de la “capi” esta mañana con una media hora de retraso. El viaje es largo ya que tenemos que hacer una escala en Estambul antes de llegar a Etiopía. Y como todo viaje en avión, matamos el tedio jugando a comiditas con las bandejitas que nos ofrecen las azafatas, y dormitando junto al resto del pasaje en un continuo duermevela. Tras cuatro horas de vuelo tomamos tierra en Turquía. Vuelta a despertarse, a situarse en el mundo pese a las legañas que cubren nuestros ojos. Menos mal que a esas horas de la madrugada no tenemos que correr ninguna carrera de obstáculos por el aeropuerto de Estambul y podemos realizar el enlace a su debido tiempo. En nuestro avión viaja más gente española, pero todavía no hemos identificado a nuestros futuros compañeros de grupo. Hemos preguntado a unos pocos, pero nos dicen que viajan con otras agencias, con lo que se mantiene el suspense hasta llegar a nuestro destino final. Tras la escala me toca el asiento junto a la ventana. Mientras el avión va descendiendo poco a poco en dirección Addis-Abbeba, puedo ver como el cielo se va iluminando de forma intermitente gracias a los relámpagos que nos anuncian un tiempo tormentoso. Una vez que aterrizamos, los viajeros nos vemos sometidos a las continuas colas que hay que hacer para tramitar el visado, cambiar moneda, etc, etc. Hasta que por fin, y después de “hacerme el loco” en otra cola para que no me revisaran la maleta, llegamos hasta donde nos estaban esperando nuestros compañeros de grupo junto al guía de nuestro viaje. Tras la presentación nos dirigimos en furgoneta hacia el hotel Ghion, para descansar de este fatigoso viaje.


01/08/10


Tomamos el desayuno a las nueve de la mañana. A todos nos sorprende ver la cantidad de personal de que dispone el hotel para servirnos el desayuno. Se nota que la mano de obra es barata en este país. Mati, nuestro guía, nos espera puntualmente en la recepción del hotel para darnos las primeras instrucciones. Nuestra primera ronda de visitas por la capital se inicia en el Museo Nacional de Etiopía. Bueno, antes de visitarlo toca comer, porque ya son más de las doce de la mañana y aprovechamos el restaurante del museo para comer, y comer y comer. Cuando nos disponíamos a entrar al museo sufrimos un ataque por sorpresa de unas hormigas que pusieron a prueba sus mandíbulas mordiéndonos en brazos y piernas. Intentando todavía deshacernos de los bichos, visitamos el museo etnográfico en donde se conserva una réplica de los huesos de “Lucy” y “Selam”, unas parientes muy lejanas de todos nosotros. Ya por la tarde montamos en la furgoneta de la agencia, para subir hasta un mirador a tres mil metros en los extraradios de la capital. Desde esas alturas podemos ver las vistas de Addis-Abbeba enmarcadas en un paisaje verde, como el de Asturias (¡cuántas veces lo repetiremos durante este viaje!). Volvemos a bajar hasta la capital para callejear por sus calles, eso sí, montados cómodamente en furgoneta. Como es domingo no podemos visitar el mercado, que es lo más atractivo de Addis-Abbeba, pero nos podemos hacer una idea de la vida que respira por sus pobladas calles. Una vez cumplidas sus obligaciones, Mati nos cita para la hora de la cena, no sin antes proponernos que demos por nuestra cuenta un paseo por los alrededores del hotel. En los jardines que lo rodean numerosas parejas recién casadas posan para los fotógrafos. Hay bodas cristianas y bodas musulmanas, con sus padrinos y madrinas perfectamente conjuntados. Para nosotros resulta curioso, muy curioso esta mezcolanza de credos en completa armonía celebrando un día de común alegría. Ya por la noche, y de la mano nuevamente de Mati, cenamos en un céntrico restaurante un pescado denominado tilapia procedente de los numerosos lagos que se encuentran en Etiopía. De vuelta al hotel, sesión de chupitos de ron con nuestros compañeros de viaje que sirven para reafirmar nuestra reciente amistad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario