jueves, 10 de febrero de 2011

DE PINTXOS CON ALBERTO OLMOS


He leído con mucha curiosidad el libro "Trenes hacia Tokio" de Alberto Olmos. Desde que soy un seguidor de Hikikomori, uno de sus conocidos blogs, tenía ganas de contrastar las entradas a modo de impulsos que escribía en internet con lo que era capaz de plasmar en un trabajo más serio como es un libro. Y tengo que reconocer que me ha gustado mucho este libro. He saboreado con placer las frases cortas y sencillas que caracterizan este relato como si fueran una selección de pintxos selectos y elaborados. ¿Para qué empeñarse en querer expresar una idea mediante circunloquios y digresiones que llegan a distraer y empachar al lector? Una de las cosas que siempre me ha gustado de un escritor es que su estilo llegue a insinuar, que deje en la mente del lector el trabajo de imaginarse lo que le venga en gana. Y por eso, las aparentes frases sencillas de Alberto Olmos me han mostrado una trascendencia mayor que lo que aparentan.
Otra cuestión por lo que me ha gustado mucho este libro, es porque me ha hecho viajar e imaginarme un Japón más real que el que nos venden en las guías de viajes. Gracias a las vivencias del protagonista, narradas en primera persona, he aprendido algo más sobre la actual cultura japonesa.
A modo de resumen transcribo una frase leída en un pasaje del libro que creo que describe sin rodeos todo lo que yo he intentado decir en esta entrada:
"Le digo que es normal, que cuando te sientas a escribir se te pone un poco cara de ministro y no te salen más que decretos ley. Le digo que se lo tome con humor para desmitificar el proceso de escribir".

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