viernes, 24 de abril de 2015

MIENTRAS LLEGA LA FELICIDAD DE JOSEP MARÍA CUENCA


Gracias al empeño de Josep María Cuenca, por fin se ha escrito la biografía de Juan Marsé. Ha costado, pero reconozco que ha merecido la pena. Para mí es uno de los mejores escritores actuales. No he leído todos sus libros, pero su universo literario me es afín, y reconozco la maestría de este escritor a la hora de narrar unas historias tan visuales, tan reales, que los personajes de ficción parecen ser de carne y hueso. A medida que lees la biografía también te das cuenta que otros escritores a los que admiras, u otros cineastas como Víctor Erice, al que tengo en un altar, son también del agrado y simpatía de Juan Marsé. Las afinidades resultan evidentes, y los comentarios recogidos en este libro por Juan Marsé y que entresaco a continuación, son un ejemplo de esas conexiones misteriosas que se dan frecuentemente entre escritores y lectores:

"La felicidad es un objetivo circunstancial relacionado con determinados momentos muy concretos, muy fácilmente identificables. Existen formas de felicidad: las puedo precisar sin ninguna dificultad. Para mí, por ejemplo, puede ser incluso una cosa tan sencilla como una canción de Cole Porter en el momento oportuno, casi siempre imprevisto. Y por supuesto una novela de Stevenson o una película de John Ford. Y claro está, en fin, la felicidad está relacionada con el amor y con muchísimas otras cosas generalmente poco duraderas o poco estables en el tiempo. Pero en términos generales no es algo que me haya obsesionado nunca. Y tampoco me siento particularmente infeliz. Las contrariedades y las adversidades de la vida me parecen lo más natural del mundo, algo ineludible. De todas maneras, yo creo que los momentos más felices de la vida se dan cuando uno consigue dejar de pensar en sí mismo". 

"Siempre he dicho que a la hora de escribir suelo partir de imágenes más que de ideas, pero nunca de manera radical. Eso de "partir de" es una cosa tan convencional y engañosa... Porque el origen, la semilla, el primer impulso de una novela, vete a saber cuál es. Y qué más da que provenga de una imagen, de un cúmulo de lecturas o de un estado de ánimo. Lo que pasa es que es verdad que hago visibles las cosas que narro. Y esto probablemente es influencia del cine".

"Cuando a un novelista le preguntan qué se propone al empezar a escribir una novela, debe responder: terminarla cuanto antes". 

Pues eso, que lo mejor que puedo hacer es dar por terminada esta reseña. que espero por lo menos sirva para que crezca el interés por la lectura de este libro de Josep María Cuenca.

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