viernes, 14 de septiembre de 2012

BONSÁI DE ALEJANDRO ZAMBRA



Lo bueno, si es breve, dos veces bueno. Estamos hablando de un libro de menos de cien páginas, de la primera novela o narración breve que este chileno publicó en su día. Estamos hablando de una pequeña joya, de una obra maestra de la sintetización. Y en mi modesta opinión, el mérito principal es que no falta nada para que pueda considerar que esta obra está a la altura de lo que se denomina "gran literatura". Y por supuesto, no sobra nada de nada. El libro invita a la relectura de cada página, a tratar el texto narrativo como si fuera poesía. ¿Será que cuando se adelgaza una novela hasta tales extremos ésta se convierte en pura poesía? Hay que ser muy bueno en este oficio de juntar palabras para que el resultado final sea tan excelente como en Bonsái. También hay que ser un verdadero poeta para no caer en la cursilería, en la pedantería. No me extiendo más, porque si algo he aprendido de este libro de Alejandro Zambra, es la capacidad de condensación, que es lo que siempre he admirado en los libros que he leído.

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