miércoles, 13 de febrero de 2013

LA SOLEDAD DEL LECTOR



Me gusta pensar en la idea de un escritor como David Markson que ronda por diversas librerías en busca de información para sus libros. Va recogiendo datos de los paratextos de los libros expuestos, aforismos descubiertos al azar que luego introduce en sus libros para formar un mosaico de lo más variopinto. Los fragmentos por sí solos no tendrían ningún valor sin la unidad con que David Markson los trata a posteriori. Hay un temática recurrente, por supuesto, pero el milagro de Markson es dar a todo ese material una unidad narrativa que aunque sea de manera experimental, forme una novela. De manera intercalada, David Markson también va escribiendo en este libro la historia del lector y la del protagonista. Estos son los dos únicos personajes narrativos de "La soledad del lector". De ellos, el autor (que según he leído pasaba bastante de internet) escribe estos comentarios dentro del libro, que por su estilo fragmentario se podrían asemejar a los conocidos y modernos tuits: "El protagonista ha venido a este lugar porque allá no tenía ninguna clase de vida". "¿Por qué siempre te vistes de negro? Estoy de luto por mi vida". "¿Quieres caminar en un desfile? Todo el mundo está sólo". "¿No saludaba, se ahogaba?". Y así es todo el libro desde el principio hasta el fin. Si a las pocas páginas no le coges el ritmo, tienes un problema, porque el lector de este libro, no el personaje del lector, se tiene que enfrentar a un trabajo original y heterodoxo del cual espero que salga airoso y no se ahogue en el empeño.

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