sábado, 6 de noviembre de 2010

ÉBANO


Notas entresacadas de mi lectura del libro de Kapuscinski titulado "Ébano":

"La sequía, el calor, los pozos vacíos y la muerte en el camino también son perfectos. Sin ellos, el hombre no sentiría el goce auténtico de la lluvia, el sabor divino del agua y la dulzura vivificante de la leche. El animal no sabría disfrutar de la hierba jugosa ni embriagarse con el olor de un prado. El hombre no sabría que es eso de ponerse bajo un chorro de agua fresca y cristalina. Ni siquiera se le ocurriría pensar que esto significa, simplemente, estar en el cielo".
"La sabiduría y la experiencia de esta gente les hace trabajar poco y despacio, les obliga a hacer largas pausas, cuidarse y descansar. Al fin y al cabo son personas débiles, mal alimentadas y sin energías. Si alguna de ellas empezase a trabajar intensamente, a deslomarse y sudar sangre, se debilitaría aún más, y agotada y exhausta, no tardaría en caer enferma de malaria, tuberculosis o cualquiera del centenar de enfermedades tropicales que acechan por todas partes y la mitad de las cuales acaba con la muerte. Aquí, la vida es un esfuerzo continuo, un intento incesante de encontrar ese equilibrio tan frágil, endeble y quebradizo entre supervivencia y aniquilación".
"Un ritmo que el clima y la tradición se han encargado de marcar; un ritmo tal vez poco apresurado, más bien lento, pero a fin de cuentas, en la vida tampoco se puede conseguirlo todo; de no ser así, ¿qué quedaría para otros?".

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