viernes, 5 de febrero de 2016

VOCES DE CHERNÓBIL

"Aquí tengo muchos amigos. Yulia, Katia, Vadim, Oxana, Oleg... Ahora Andréi.
-Nos moriremos y nos convertiremos en ciencia -decía Andréi.
-Nos moriremos y se olvidarán de nosotros -así pensaba Katia.
-Cuando me muera, no me enterréis en el cementerio; me dan miedo los cementerios, allí solo hay muertos y cuervos. Mejor me enterráis en el campo -nos pedía Oxana.
-Nos moriremos -lloraba Yulia.
Para mí el cielo está ahora vivo, cuando lo miro. Ellos están allí".

De "Voces de Chernóbil" de la autora Svetlana Alexievich. 

Cuando la tristeza se carga de poesía, surgen textos como éste, que conviene subrayar con trazo grueso y destacar con un pequeño doblez en el extremo de la hoja. De esta forma conservaremos un recuerdo de aquello que el arte es capaz de transmitir, y que a nosotros, como lectores, nunca se nos hubiera ocurrido sentir, hasta no haber leído este pensamiento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario