viernes, 4 de julio de 2014

LA PARTE INVENTADA DE RODRIGO FRESÁN

Primera impresión. Hacía tiempo que no leía algo interesante, algo con estilo y personalidad, y no ese contar o juntar palabras como lo haría un estudiante de primaria, frases como esa que cita Rodrigo Fresán en varias entrevistas realizadas a raíz de escribir LA PARTE INVENTADA, "giró sobre sus talones, abrió la puerta y salió". De esta manera tan plana están escritos muchos libros que ahora se publican. Escribir libros es otra cosa. Un escritor acota un pensamiento o una parte de la realidad y le da un valor añadido gracias a su visión personal. El punto de vista es igual de importante a la hora de sacar una foto con estilo como cuando el escritor escribe en su ordenador un relato que quiere dar forma. Una cita de este libro como ejemplo: "no hay nada que se "gaste" más rápido que las lágrimas: calientes bajo los párpados y enseguida, unos centímetros colina abajo, ya frías sobre las mejillas".

Segunda impresión. LA PARTE INVENTADA de Rodrigo Fresán es un libro que disecciona la mente de un escritor, una especie de Rodrigo Fresán -según el propio autor-, sin esposa ni hijos y con un punto romántico hacia la literatura digno a destacar. Este libro habla sobre escritores y sobre el proceso creativo que conlleva su trabajo: "la buena ficción -si sabemos aprovecharla- es un manual de instrucciones para nuestra no-ficción". Metaliteratura pura y dura, referencias continuas a escritores, inserción de citas que dan pié a pasajes que se desbordan en ríos de letras. La ficción no tiene límites porque nunca se oculta el sol de la creatividad en el reino de Fresán. 

Tercera impresión. ¡Qué difícil es desempeñar el oficio de escritor! En el libro se dice eso de que "a mí cada vez me gusta más escribir y cada vez me gusta menos ser escritor". Ahora, en cambio, todo el mundo pretende ser un escritor. Pretenden, claro está, pero la realidad es bien otra. Hoy en día no se tienen hijos, ni se plantan árboles, pero sí se autopublican libros que la mayoría son sólo basura para alimento de egos que viven de cara a la galería. El mundo de la moda vive de la imagen, del diseño de los trajes y vestidos que confecciona cada temporada. En este caso se trata de marcar tendencia para consumir. La literatura como producto de consumo cuenta y recuenta pero no escribe historias. El escritor tipo IKEA ensambla palabras según un modelo específico y todos los muebles son iguales. Los escritores tipo IKEA son idénticos, funcionales y responden a un diseño repetible. Un escritor IKEA escribe de esta forma: "El azul de este cielo se repite cada amanecer sobre una playa uniforme de belleza universal". El escritor Rodrigo Fresán la describe de esta forma: "Ese azul es algo que está ahí desde siempre y, aún así, para EL NIÑO, la sensación de que todo eso -como el mantel de una mesa- se tiende todas las mañanas y se recoge todas las noches, como si se tratase de una escenografía que vuelve a montarse con cada amanecer. Una de esas playas que -de poder subir o bajar su temperatura- podría ser tanto un desierto africano como una estepa siberiana".

Cuarta impresión. El paso del tiempo. El tema tan recurrente de la magdalena de Proust ha dado para mucho en la literatura. A Penélope también le tocó esperar a Odiseo mientra tejía y destejía para engañar a sus pretendientes. Sí, es innegable que el paso del tiempo hace que se eche la mirada atrás y que surja la nostalgia. Al fin y al cabo vamos a estar cuatro días en este mundo. Mira que he leído libros, en general buenos libros, en donde se ha tratado este tema con estilo y sin caer en el cursilería. Y ya que a mí nunca me han gustado las despedidas, demos voz nuevamente a LA PARTE INVENTADA con un hasta la vista"Penélope los contempla alejarse con la tristeza rara de ver algo que ya nunca se volverá a ver. Algo que no te importa demasiado dejar atrás pero aun así es otra cosa que vas dejando atrás. Y el pasado irrecuperable se va construyendo así, de a poco, sin pausa y arbitrariamente".

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