jueves, 6 de marzo de 2014

TWIST


A todo buen escritor le gusta adentrarse en el lado oscuro de sus personajes para construir sus relatos. A nadie que aspire a escribir un libro le interesa una historia en donde primen los personajes planos, aquellos que no motivan ningún tipo de reflexión ni controversia.

"Soto estaba llamado a convertirse en un gran escritor. Lo que apasionaba a Soto eran las relaciones humanas y su oscuro núcleo".

Esta introducción me sirve para comenzar con la reseña de "Twist", el último libro de Harkaitz Cano. A medida que avanzamos en la lectura del libro, apreciamos como Diego Lazkano, el protagonista de esta historia, se va transformado por culpa de su oscuro pasado. Aunque no sólo Diego Lazkano arrastra un turbio pasado en este libro, y lo paradójico en este caso es que únicamente Soto y Zeberio, los dos jóvenes personajes torturados y asesinados por la policía, trasuntos de Lasa y Zabala, tienen esa inocencia que tanto admira para sí el protagonista del libro. En cambio, muchos de los personajes que viven cómodamente y han conseguido un buen estatus social, han medrado, se han corrompido, o han cambiado radicalmente de vida fruto de una gran mentira. Las luces y sombras se suceden en este libro en donde no hay una historia lineal, sino que los continuos saltos en el tiempo nos hacen viajar a lo más crudo del alma humana.

"Somos oscuros por dentro, pero que no nos pille la vejez sin haber hecho alguna locura".


Estoy seguro que muchas personas se habrán sentido incómodas al leer este libro. Tanto la policía como ETA torturan y asesinan, y los corruptos políticos, igual que los vanidosos escritores, se saltan todas las barreras para conseguir medrar y alcanzar un prestigio inmerecido. Y aunque queden todavía muchas palabras por inventar, tal y como comenta el propio autor en su libro, habría que inventar una que describiera ese momento en que comienzas a leer un libro y eres consciente de que te vas a tener que enfrentar a las miserias del ser humano, una palabra que suene de la misma manera que tus tripas al retorcerse sin remisión ante tanta pobreza moral. Twist, twist, twist.

"Idioa asiente. Luego cambia de marcha y se queda callada, mirando hacia fuera por la ventanilla; no está incomoda, pero es consciente del momento de incomodidad que puede estar a punto de llegar. ¿Cómo llamar al momento en que, sin sentirse incómodo, prevés, la incomodidad? Aún quedan muchas palabras por inventar".

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