viernes, 8 de abril de 2011

PLATA QUEMADA


Hace no mucho tiempo leí una reseña en donde aconsejaban varios libros imprescindibles. Como me parecieron interesantes, los tengo anotados en un pos-it amarillo. El primero que he sacado de la biblioteca ha sido PLATA QUEMADA de RICARDO PIGLIA. Es una novela dura, basada en hechos reales, de esas que los críticos literarios dicen refiriéndose a ella que la realidad siempre supera a la ficción. Piglia se ha documentado muy bien para escribir esta obra. Ha ejercido de ratón de biblioteca contrastando y anotando todos los datos de este famoso caso que tuvo como escenario Argentina y Paraguay. Se diría que se ha metido bien en la piel de los personajes para intentar comprender sus razones, para que los sintamos más humanos a pesar de la dureza de las acciones que se narran en este libro. Ese método stanislavsky aplicado a la escritura nos proporciona un ambiente agresivo, de voces sin piedad, de un camino sin retorno que el trío protagonista de la historia recorre sin miramientos, porque ese parece ser su destino. Ahora que la novela negra está de moda gracias a los escritores nórdicos (sí, esos escritores que están cortados por el mismo patrón), os aconsejo esta lectura que es más negra que el carbón y no apta para nenas. ¿Que no os lo creéis? Pues ahí va una muestra de lo que os podéis encontrar entre las páginas de PLATA QUEMADA: "Están tranquilos, los tres, sentados con la espalda contra la pared cubriendo cada ángulo del departamento; están a la vez volados y tranquilos, tienen anfetas, tienen toda la droga, los policías siempre son más temerosos que los malandras, lo hacen todo por un sueldo, dice Dorda, por un sueldito, por la jubilación, tienen la mujer en casa que se queja porque el longi gana poco, pasa toda la noche afuera, bajo la lluvia, a quien se le puede ocurrir ser un cana, a un enfermo, a un tipo que no sabe que hacer con su vida, a un pusilánime. Se hacen cana para tener la vida asegurada y así pierden la vida, por eso, para sacarlos de ahí, iban a venir con calma, porque no había nada que les hiciera jugarse la vida".

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