viernes, 8 de abril de 2016

EL ADVERSARIO DE EMMANUEL CARRÈRE

La historia de las dobles personalidades siempre me ha interesado. Personas que parecen llevar una vida ordenada, monótona e incluso en cierta manera aburrida, estalla la bomba, y todo el mundo se entera por los medios de comunicación que son realmente un asesino en serie o un estafador e invasor de impuestos. También puede suceder, sin ser tan llamativo, que un hombre que parece llevar una vida gris, vamos, el típico oficinista recluido en su despacho con sus pilas de papeles que no le dejan ver el horizonte, resulta que el día menos pensado se destapa por casualidad que también es una persona que desarrolla una actividad artística de puertas para dentro que nadie hubiera relacionado con su vida pública. Así se descubren vocaciones literarias, musicales o inquietudes de lo más variopintas que dejan a más de uno con la boca abierta.

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Las malas lenguas dicen que ella cedió por agotamiento. Que estaba conmovida, enternecida tal vez, pero no enamorada. ¿Quién lo sabe? ¿Qué sabemos del misterio de las parejas? Lo que sabemos es que durante diecisiete años celebraron el primero de mayo, que no era la fecha del aniversario de su bod
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, sino la del día en que Jean-Claude se atrevió a decirle a Florence: "Te quiero", y que después de esta declaración tuvo con ella -y, probablemente, ella con él- sus primeras relaciones sexuales. Jean-Claude tenía veintiún años
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El "Adversario" de Emmanuel Carrère, es una obra cuyo protagonista lleva una doble vida basada en la mentira. Nadie cuestiona su carrera profesional ni su poder adquisitivo hasta que todo explota de forma tan violenta que su curiosa historia, que no quiero desvelar, y que está basada en hechos reales, inspiró este libro de Carrère. 
En ningún momento de la historia sospechamos que el protagonista se esfuerce por ser verosímil. Jean-Claude no intenta "colarnos" su verdad porque hasta él mismo parece estar autoconvencido con esa versión idealizada de su estatus. Es como si no sintiera realmente que todo la historia es en realidad fruto de su "adversario". Y ese adversario es su otro yo, que ha fagocitado al personaje real hasta el límite de la confusión.

"Al igual que se había inventado, de adolescente, una enamorada que se llamaba Claude, había inventado aquella agresión para desviar la atención hacia él.
-Pero, después, ya no sabía si era verdad o mentira. No tengo, por supuesto,el recuerdo de la agresión real, pero tampoco el de haberla fingido, de haberme desgarrado la camisa o haberme arañado yo mismo. Si reflexiono, me digo que debí hacerlo, pero no 
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e acuerdo. Y terminé por creer que me habían agredido de verdad.
Lo más extraño de esta confesión es que nada le obligaba a hacerla. Dieciocho años después, era imposible comprobar la historia. Ya lo era cuando, al volver al club, la refirió a sus amigos. Por otra parte, no se tenía en pie, y por eso, paradójicamente, a nadie se le ocurrió ponerla en duda. Un mentiroso, por lo general, se esfuerza en ser verosímil: como lo que contaba no lo era, debía de ser cierto".