martes, 23 de julio de 2013

¿QUIÉNES MANDAN DE VERDAD EN ESPAÑA? DE CARLOS ELORDI



Dejemos la ficción para sumergirnos de lleno en la más cruda realidad. En su columna de Babelia Manuel Rodríguez Rivero recomendaba entre otros la lectura del libro de Carlos Elordi. Por el precio de un cañón de cerveza en una céntrica terraza veraniega de cualquier ciudad, incluyendo las de provincias, se puede comprar este libro en su formato electrónico. Con esta ingenua comparación no estoy insinuando que sea una lectura de entretenimiento o lectura sólo adecuada para el verano. Todo lo contrario. 

Un buen libro de denuncias debe estar siempre cargado de razones. Y, por supuesto, el autor tiene que poner sobre la mesa todos los datos de forma objetiva, sin que su punto de vista resulte evidente. En este libro, Carlos Elordi lo tiene claro: los banqueros no sólo controlan la economía sino que mandan incluso más que los otros poderes del estado (política, monarquía, medios de comunicación, etc). Es fácil intuir esta situación, sobre todo ahora que el tema de la crisis está en boca de todos, pero lo concluyente es poner nombre y apellidos a todas aquella personas o instituciones que de alguna manera están involucradas en esta trama. Un libro interesante y muy recomendado para todas aquellas personas que se consideren comprometidas con la situacion actual (abstenerse pasotas y lectores de novela romántica). Este libro nos ofrece información, y ya se sabe, la información es poder, sobre todo si sirve para poner cara a esos "mafiosos" que juegan con nuestro dinero, y que también intentan jugar con nuestra ingenuidad. Por desgracia, resulta muy preocupante la deriva que está tomando el mundo de la política, que no sólo ha desilusionado a mucha gente, sino que cada vez hay más datos que demuestran su corrupción en manos de los banqueros y de las grandes fortunas de este país. Leyendo este libro me han dado ganas de tomarte un buen cañón de cerveza a la sombra de un exótico árbol en el lugar más inaccesible del mundo: vamos, huir lo más lejos posible.

miércoles, 17 de julio de 2013

EL DÍA DEL WATUSI DE FRANCISCO CASAVELLA



En "la hora violeta" de Sergio del Molino, el autor citaba que estaba leyendo este libro mientras se encontraba en Barcelona por el tratamiento médico al que sometían a su hijo. Y como tantas otras veces, me dejé llevar por una recomendación de la que no me arrepiento.
¿Qué pasa por mi cabeza cuando decido leerme un libro de mil doscientas páginas?  Acostumbrado a leer tantas novelitas de poco más de cien páginas que me permiten escribir reseñas de ellos cada semana, de vez en cuando me embarco en la tarea de "tragarme" un novelón (por lo menos en lo referente a cuestiones de tamaño), que retarda mi presencia activa en este blog. Parece mentira que últimamente no sepa escribir otra cosa que no sean reseñas de libros. Y eso que en agosto me propongo junto a mi pareja viajar hasta Groenlandia. Un viaje fascinante que prometo contaros a su debido tiempo, también en este blog.

Ahora toca hablar del libro de Casavella, el escritor que murió demasiado joven y que tanto prometía en ese oficio. El protagonista del libro es Fernando Atienza. Un niño que crece en un barrio marginal de Barcelona y que a medida que discurre su historia el autor nos narra paralelamente la crónica de lo que fueron esos años en la ciudad de Barcelona. Se trataría de esa época entre la muerte de Franco, junto con los primeros años de la democracia en España, hasta las Olimpiadas de Barcelona. Esta localización en el tiempo nos permite conocer el surgimiento de una clase política trepadora que busca el poder con todas sus fuerzas y que choca con ese mundo marginal de drogadictos, putas y gente venida a menos que deambula por los tugurios más turbios de la noche barcelonesa. Miserias humanas que crecen en ese caldo de cultivo tan propicio para la especulación y la picaresca en el arte de medrar; esa España pícara y rancia del sálvese quién pueda y que valora las apariencias por encima de todo. Y por ese mundo peligroso de arenas movedizas deambula Fernando Atienza. Lo cuenta él mismo por medio de un extenso informe promovido por el encargo de un personaje muy importante y misterioso (el que quiera saberlo que se lea el libro). La vida del protagonista está llena de muchas miserias, eso sí, narradas por Casavella con una sutil ironía con la que pretende quitar hierro al asunto. Una prosa desbordante caracteriza el estilo de Casavella con frases y pensamientos que se alargan en el espacio renglón tras renglón. A veces me he perdido en su lectura o me he chocado contra el sentido que el autor quiere transmitir con sus palabras. Hay que tener mucha capacidad de concentración para aguantar tanta intensidad. Por eso es fácil ahogarse en esa marea de 1200 páginas llena de matices y pensamientos abstractos, y en donde nada es lo que parece.

Hasta ahora no había hablado del Watusi. Es el personaje más misterioso del libro (¿existe o es un mito?). La historia real del Watusi se transforma en leyenda gracias al boca-boca, y se extiende de forma incontestable por todos los barrios marginales de la ciudad. De esta forma, el origen del Watusi se confunde en las sombras que se generan cuando la mentira se transforma en verdad mientras nadie lo contraste. Un asunto muy actual que tiende a repetirse a lo largo de la historia cuando se trata de manipular a la gente. Y, así el Watusi resulta ser el chivo expiatorio, el "saco de las hostias", y creo yo, el personaje más ingenuo de todos los seres que pueblan este universo barcelonés en donde la ingenuidad casi no tiene cabida.

"Quisimos ser ingenuos por segunda vez, para perdonar y perdonarnos, y eso nos partió por la mitad, estampados contra la roca de los tiempos, mientras en el aire brillan cristales marinos".

jueves, 11 de julio de 2013

DEL BALTORO A GROENLANDIA



Groenlandia ha sustituido como nuestro destino vacacional a Pakistán. Para este agosto nuestra primera intención era viajar hasta ese país para realizar el trekking del Baltoro.  Era un viaje que prometía muchas emociones, un punto de aventura, y una belleza paisajística que tenía su culminación con la visión de una de las montañas más espectaculares del planeta: el K2. Todas estas maravillas se han ido al traste desde el momento en que un grupo talibán ha perpetrado un atentado contra turistas en esa zona del Karakorum. Hasta ahora esa región se encontraba al margen de esa violencia fundamentalista que ha encontrado razones para su justificación por culpa de las políticas imperialistas de esos países que se creen los amos del mundo. El que siembra vientos recoge tempestades. Nunca he sido de la opinión de justificar este tipo de actos violentos, que son injustificables desde el punto de vista humano, pero siempre ha habido en el mundo personas que manipulan a otras personas para alcanzar sus propios intereses. Si tenemos en cuenta que en esos países la pobreza está muy arraigada, es fácil pensar que se puede jugar con el hambre y la insatisfacción de las personas para tratar de influir en sus actos. Por supuesto que la típica frase de que "la religión es el opio del pueblo" se hace evidente cuando hablamos de los fundamentalistas talibanes y del terrorismo de Al-qaeda. Todos los fundamentalismos religiosos son perniciosos y crean una serie de tensiones que explotan cuando menos te lo esperas. Ahora ha sucedido en la zona del Karakorum, pero mañana puede ser en cualquier país del mundo. Sí, el mundo se ha vuelto más peligroso, y cada vez es más complicado viajar a ciertos países que antes eran un destino atractivo y exótico. Por culpa de estas circunstancias el mundo se ha vuelto más pequeño para el viajero. Y por supuesto que esto es un problema, pero no sólo para los acomodados turistas que nos podemos permitir un viaje o dos cada año a esos países que tanto nos llaman la atención. No, lo nuestro es sólo un contratiempo menor, el mayor trastorno lo sufren los propios habitantes de esos países que subsisten muchos de ellos gracias al turismo y que se ven abocados a pasar tiempos muy difíciles. Los acomodados viajeros con sólo cambiar nuestro destino turístico tenemos el asunto solucionado.